[Fotografia de retrato de Ambrosio Letelier]
Parte oficial del comandante Letelier.
Lurin, diciembre 24 de 1880.
Con los datos suministrados por el reconocimiento practicado el dia 22, avanzó ayer la 1.ª brigada de la 2.ª división a ocupar a Lurin, de cuyo punto se posesionó después de un lijero tiroteo sostenido por 25 esploradores al mando del teniente coronel don Hilario Bouquet, con una pequeña fuerza enemiga como de 50 hombres.
Ayer mismo, i con los informes tomados por mi de jente del pueblo, especialmente de los chinos, quise avanzar un reconocimiento hacia Pachacamac, tanto para conocer el valle, cuanto para observar la posición que ocupaban las fuerzas enemigas, que, según mis informes, ascienden a 400 infantes, Cívicos de Lurin i Pachacamac, i 300 de caballería venidos de Lima hace pocos dias. Pero el señor jeneral Sotomayor me denegó la fuerza que tiene orden de darme, i en lugar de a envió esta mañana una fuerza de cuatro compañías de infantería i 150 cazadores a atacar al enemigo. Como estas fuerzas iban al mando del teniente coronel don Baldomero Dublé A., yo aproveché la ocasión de reconocer el vallé, i me fui detras de la espedicion, observando el territorio desde todas las alturas que lo dominan.
La espedicion Dublé fracasó por haber encontrado al enemigo en una posición muí fuerte, a donde los llevó el guia, que era un peruano. Hubo dos muertos i algunos heridos, i la espedicion se retiró dejando al enemigo dueño del campo.
Con tal resultado, yo también tuve que retirarme a Lurin, pues no disponía ni de un solo hombre, pues hasta mi asistente se quedó ayer atrás por falta de caballos.
Sin embargo, he examinado ya bastante el valle para poder asegurar a US. que es una excelente posición, abundante de recursos en forrajes i agua, i mui apropósito para hacer una tenaz defensa contra cualquier ataque.
No teníamos idea de lo que era este valle, ni tal vez lo tiene Piérola tampoco; que, a tenerla, lo habria ocupado fuertemente i nos habria hecho grandes males.
La carta del valle que dá la oficina hidrográfica es mui defectuosa. El rio pasa bordando los cerros por el lado del norte del valle; de manera que es mui fácil impedir el acceso al agua a un enemigo que venga del sur. Es cierto que hai al sur agua independiente del rio; pero se forma con los derrames de los canales de regadío, que, una vez cortados, sacan aquellas vertientes.
También tiene la carta el defecto de hacer llegar hasta la costa los cerros del lado sur del valle, cuando en realidad no llegan mas que hasta el oriente de Lurin. El pueblo está situado al pié occidental de dicho cordón, i después queda hacia la costa un valle abierto de mas de dos leguas de ancho.
Sin embargo, ya en posesión de este importante valle, creo que debemos siempre tender nuestra línea en él en la forma que US. conoce...
Así aprovecharemos todos los recursos del valle, para organizar el ejército sobre esta base de operaciones, i se guardará entre tanto las avenidas del valle de Lima, pudiendo estender hasta allí nuestros reconocimientos.
Una vez aquí el ejército, es imposible que el enemigo venga a atacarlo, pues la posición es espléndida. Hoi se ha corrido que se forma una división en Chorrillos para venirnos a atacar; pero yo no lo creo, porque seria una calaverada de los peruanos, que podría costarles cara. Si hubieran defendido la posición antes que la tomáramos, estaría bien; pero que vengan ahora, ya es mui difícil.
Quien ha dado esa noticia es un joven peruano que venia hoi hacia el sur, i que fué tomado por nuestras avanzadas. Se dice que es un oficial peruano, pero el dijo que era paisano, i que viajaba de Chorrillos a Cañete por asuntos particulares. Se le dejó en libertad de continuar su viaje, porque dicen que contó cuanto sabia. Pero yo no doi mucho crédito a sus historias, i creo firmemente que es un espía enviado a inspeccionar nuestro campo i nuestras tropas.
No es presumible que un peruano viaje de Chorrillos a Cañete, en momentos en que se sabe que el camino está interceptada por nuestras fuerzas. Ni siquiera lo dejarían salir de Chorrillos los mismos peruanos, para que no nos diera noticias. Ademas he averiguado que nuestras fuerzas entradas en la tarde no lo han encontrado en él camino hacia el sur, siendo que salió temprano, i que no podía pasar por la pampa sin ser visto. No ha tenido mas que dar la vuelta por la costa por el camino de Conchan o al oriente por el camino de Manchay, para regresar a Lima sin ser visto, después de atravesar toda nuestro campo i estar largo rato en el cuartel jeneral de la división.
Conviene mucho, señor, que US. se venga luego acá, para que empiece a dar a esto alguna organización. Puede deja rallá al comandante Silva con dos o tres ayudantes, para que atienda hasta el último envío. Su presencia acá es indispensable.
No tengo ningún temor por ataque de los peruanos sobre nuestra línea. Lo único que nos estará incomodando es la montonera que hai en el valle. Pero viniendo US. le daremos un golpe, la destruiremos i tomaremos todos los ganados de las haciendas del valle arriba, que son las mas provistas.
Dicen acá que el ejército peruano tiene mas de 30,000 hombres, 50 cañones en el San Cristóbal, i otros muchos en el ejército. Nada significará todo eso, si nos organizamos bien en este valle i marchamos en orden de combate, disponiendo de los recursos necesarios para la jornada desde aquí al valle de Lima. No hai mas que una jornada para la tropa de a pié, no dos como aseguraba el guia.
Mañana a las 5 A. M. parto a un reconocimiento hacia el norte.
Dios guarde a US.
Ambrosio Letelier.
Al señor jeneral, jefe de estado mayor jeneral,
Fuente: Boletín de la Guerra del Pacifico 1879-1881, Editorial Andrés Bello, Santiago, 1979, P. 905.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario