sábado, 6 de junio de 2020

El "Cara o Sello" de Pedro Lagos, un dia antes del Asalto y Toma del Morro de Arica. Narrado por Nicanor Molinare

 
[Retrato del Coronel Pedro Lagos Marchant, obra de Jesús Núñez González]
 
Don Pedro sacó de su bolsillo una moneda; testigos oculares de aquel hecho, que aún existen, aseveran que tomó un peso fuerte, y lanzándolo al aire dijo, dirigiéndose al comandante Ortiz: ¿Cara o sello?
 
Aguila, respondió el comandante del Buin.

Y al mismo tiempo todos aquellos hombres, ansiosos, ávidos, fijaron siguieron con la mirada, con la vista, la subida y caída en la arenisca montaña de aquel peso fuerte que encerraba el derecho de atacar, de vencer, de aspirar a la gloria, de servir a Chile, a la patria bendita y querida!

Y águila fue la que ganó!

Cuenta un testigo ocular, retirado hoy como coronel, que fama tiene de esforzado entre los viejos veteranos de aquella edad, hombre sano de alma, más no de cuerpo porque los achaques de la edad y de la campaña lo tienen ya postrado, que él se quedó mudo cuando vio relucir en el suelo el águila de aquel peso fuerte que quitaba a su regimiento la gloria de aquella jornada, y que Ortiz se apresuró a recoger.

"Sentí como una congoja cuando vi que Ortiz había ganado tristeza que se cambió en súbita alegría, un segundo después, cuando el comandante del Buin dirigiéndose al comandante señor Ricardo Castro, dijo: qué suerte la tuya, Ricardo, me ganaste, hombre, tu cuerpo atacará!

¡Ese regimiento era el mío, el 3º!

Y el viejo veterano, don Federico Castro, al narrar después de treinta y un años aquel episodio de su vida de soldado, de servidor público, con mano firme, secaba una furtiva lágrima que le arrancaba aquel recuerdo.

Don Pedro vio como todo el mundo aquella tristísima maniobra del jefe del Buin, y una despreciativo y dura mirada cayó sobre aquel señor que, desde ese día, perdió para siempre el aprecio de sus subordinados y de todos los que conocieron aquella acción.

Desde ese momento, moralmente hablando, Ortiz dejó de ser jefe del Buin.

León García, Henríquez, Alamos, Ramón Valenzuela, Juan M. Donoso, Francisco Fuentes y demás nobles oficiales del 1º de Línea, recibieron aquella tristísima noticia con rabiosa desesperación.

En cambio los niños del Tres, cuando por D. José Antonio Gutiérrez y D. Federico Castro, supieron la feliz noticia echaron al aire sus quepíes de brin y con vivas a Chile y hurras a la patria, saludaron tan fausta noticia!

¡Que ese era el modo, la forma como los guerreros del Pacífico servían a la República!

¡No imperaba en aquel Ejército otro lema que vencer y enaltecer a la patria.

¡Morir! era negocio baladí! Para ello habían nacido!

Lo grande, lo sublime, era dar su vida por la patria!

De ahí que los buines jamás pudieron resignarse ante aquella innoble jugada!
Fuente: Molinare, Nicanor, Asalto y toma de Arica : 7 de junio de 1880, Impr. de "El Diario Ilustrado, Santiago de Chile, 1911, P. 53.

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