martes, 16 de junio de 2020

Cartas al corresponsal de "El Mercurio" sobre la muerte de Bolognesi i Moore

 
[El último cartucho, óleo de Juan Lepiani]

Campamento de Calama, Julio 6 de 1880.

En este momento recibo la suya del 23 del próximo pasado, en la que me pregunta cómo murieron los jefes enemigos Moore i Bolognesi, porque hai jente que se interesa por saber el fin de estas personas.

Es inexacto que yo haya muerto a Moore, de disparos de rifle ejecutados por nuestros soldados.

Cuando yo entré en esa fortificacion eran ya cadáveres, i todos, oficiales i tropa de este rejimiento que ahí se batieron, están conformes en creer que ámbos jefes cumplieron ese dia con su deber.

Una vez rendido el Morro hice yo apartar sus cadáveres para que se les diera una sepultura decente.


Respecto a lo que puedan decir o hayan dicho en esa los jefes prisioneros Saenz Peña i Latorre, sobre el fin de los jefes en cuestion, no debe Ud. dar mucho crédito; ámbos caballeros creo que no tenian sus cabezas mui despejadas ese dia para observar lo que pasaba.

De Ud. su afectísimo i seguro servidor.

LUIS SOLO DE ZALDÍVAR.
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Tacna, Junio 23 de 1880.

Estimado compañero:

Yo tuve la honra de ser el primer oficial que tomó el Morro con 40 hombres de todas las compañías; hice bajar la bandera peruana e hizar la chilena (la peruana la tengo en mi poder.) Testigo de todo esto son los comandantes peruanos señores Latorre, Saenz Peña i Francisco Chocano, que fueron hechos prisioneros por mí junto con varios oficiales subalternos; advirtiéndole que para salvarlos me costó gran trabajo, por el ardor bélico de nuestros soldados; i aun mas, en el momento que los tenia a mi lado i a dos pasos del segundo cañon que hai de Norte a Sur, un artillero peruano hizo saltar ese cañon, que estaba cargado con dinamita; por felicidad la esplosion fué para los lados i yo solo sufrí el golpe.

La tropa se me viene encima a quitarme los prisioneros; pero yo, con mi espada en la mano izquierda i mi revólver amartillado en la derecha, les dije: "¡Atrás! yo los defiendo!" La tropa, mui a pesar suyo, obedeció, i pude escaparlos contra toda la corriente, como puede decirse. (Ellos lo confiesan tambien.)

Así es, mi querido amigo, que todo lo que dicen respecto a Moore es inexacto; lo que hai de verdad es que nosotros veníamos atacando con tanta lijereza, que hemos llegado junto con los enemigos al famoso Morro, i que ahí se escondieron jefes i oficiales en las casas que hai mas arriba (donde nos vimos la última vez); ahí mataron los soldados tanto a Moore como a Bolognesi. Al coronel Ugarte lo mataron en una cocina que hai al último para el lado del Norte. Al Coronel Inclan lo mataron en una quebrada que hai ántes de llegar al Morro; cayó cerquita de mí.

Supongo que estará en su conocimiento la muerte de nuestro querido amigo el sub-teniente Aguirre Perry; se portó como verdadero chileno.

RICARDO SILVA ARRIAGADA.

Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia Tomo III, Imprenta i Lib. Americana de Federico T. Lathrop, Valparaiso, 1886, P. 201.

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