jueves, 29 de julio de 2021

La guerra del Perú i Bolivia contra Chile. (Del Globo, diario de Castelar.)

 [Ilustración de Madrid en el siglo XIX]

Madrid, junio 5.—El dia 4 de abril la escuadra chilena salió de Antofagasta para comenzar sus hostilidades contra el Perú, con instrucciones de bloquear a Iquique i el puerco de Pabellón de Pica. El puerto de Cobija, en Bolivia, habia sido ya ocupado militarmente por tropas chilenas. 
 
El oríjen i causas de esta guerra no se comprende fácilmente en Europa, sin tener una idea de la posición política respectiva de esas tres repúblicas. Chile ha tenido última mente una cuestión de limites con la Confederación Arjentina. La guerra actual debe su oríjen a una cuestión semejante con Bolivia, solo que en este caso el territorio en litijio habia sido causa de un tratado solemne celebrado entre ambas repúblicas en 1874, i ratificado por sus respectivos gobiernos en 1875. El territorio en cuestión es el que se estiende entre los grados 23 i 24 de latitud, i entre el mar i la cordillera de los Andes. Por mutuo convenio se fijó el límite en el grado 24 i el resto de dicho territorio se declaró en una especie de Zollverein, por el término de veinticinco años, debiendo Bolivia recaudar las contribuciones para dividirlas por iguales partes con Chile. Los ciudadanos chilenos, residentes dentro de ese territorio, quedaron exentos de todo aumento que pudiera decretarse a las contribuciones que se pagaban antes del tratado, i las importaciones de Chile declaradas libres de derechos. Ademas, Bolivia se obligo a pagar a Chile la indemnización que el emperador del Brasil fijara por reclamos anteriores.
 
Este territorio es un desierto, i a no ser por sus minerales, seria de ningún valor. Empresas i capitales chilenos han dado vida i desarrollo a sus minerales. Han fundado i edificado el puerto de Antofagasta i el pueblo de Caracoles, a inmediaciones de importantes minas de plata, cuyos productos se benefician en un establecimiento de amalgamación, perteneciente también a una compañía chilena.
 
Entre el puerto i la población del interior hai valiosos depósitos de salitres. La tierra que contiene el salitre se lava en un establecimiento de otra compañía también chilena, i de allí se esportan la soda, el yodo i la sal. Este establecimiento produce aproximadamente cinco mil toneladas de nitrato mensualmente: productos que allí se embarcan para Europa i que hacen la competencia a los de igual clase que esplota i esporta el gobierno del Perú, que ha hecho monopolio de los mismos para beneficiar al propio tiempo la esportacion de sus guanos. La enemistad causada por intereses opuestos, se hace mas intensa por la antipatía que existe de tiempo atrás entre chilenos i peruanos, desde que los primeros triunfaron en la guerra de 1837, odiosidad que solo es comparable a la que existia entre ingleses i franceses a principios de este siglo. 
 
Bolivia escasamente tiene litoral, i su territorio que está mas próximo al mar, está interceptado por una lengua de tierra que pertenece al Perú. Al sur, la costa es un desierto i Cobija que es el único puerto, queda a una inmensa distancia de la capital, i por lo tanto, las importaciones se hacen por los puertos peruanos de Mollendo i Arica. 
 
Hace nueve meses surjió una dificultad entre Perú i Bolivia por haber pretendido el gobierno peruano poner restricciones i hasta cobrar derechos por mercancías en tránsito para Bolivia. 
 
Las diferencias cesaron desde el momento en que el Perú se dio por satisfecho con el pago de un derecho de cuatro por ciento que Bolivia ofreció para lo sucesivo i al mismo tiempo se renovó un antiguo tratado de alianza ofensiva i defensiva entre ambos paises. 
 
En este estado de cosas, el gobierno del Perú deseoso de hacerse dueño absoluto del monopolio del nitrato de potasa, trató de comprar los establecimientos chilenos en Antofagasta. 
 
Fracasado este proyecto por no haber aceptado las compañías chilenas las propuestas que el Perú les hiciera, el gobierno de Bolivia dio un decreto imponiendo un derecho de esportacion al salitre, cuyo pago fué rehusado por los chilenos. 
 
Las autoridades bolivianas procedieron a cobrar el impuesto por medio de la fuerza armada, i ocuparon con tropas los establecimientos de propiedad chilena. El gobierno de Chile inmediatamente que recibió la reclamación de sus conciudadanos, envió fuerzas superiores i desalojó a las tropas bolivianas, i no solo tomó posesión de Antofagasta sino también de Caracoles. 
 
Cuando se supo en Lima la ocupación del territorio boliviano por tropas chilenas, hubo grande alarma. La milicia del pais entero fué llamada a las armas, i Chile para no permitir que su rival tomase ventaja de sus disidencias con la República Arjentina i pudiera ganar tiempo para armarse, exijió por medio de su ministro en Lima una declaración explícita i terminante del gobierno del Perú sobre la existencia o no del tratado secreto con Bolivia. 
 
El gabinete de Lima se negó a contestar al ministro i exijió que la demanda le fuera presentada por conducto de su plenipotenciario en Santiago de Chile. Esta contestación comunicada por telégrafo al gobierno de Chile, fué causa del envió inmediato de la escuadrilla a bloquear las costas del Perú. 
 
Difícil es preveer el curso que han de tomar las operaciones de esta guerra. Hai que tomar en seria consideración un elemento perturbador que pudiera molestar a los gobiernos del Perú i Bolivia. Ni el jeneral Prado ni el jeneral Daza, presidentes de esos dos paises pueden tener confianza abstracta en sus subordinados. El primero tiene que temer un pronunciamiento en favor de Piérola o una defección de parte de su escuadra, semejante a la que ocasionó el combate entre el monitor Huáscar i los buques de guerra ingleses Shah i Ametyst. Los motivos i revoluciones demasiado frecuentes en Bolivia hacen innecesario el conocimiento de los nombres de aquellos que pretendan sustituir al jeneral Daza. 
 
Las pretensiones de Piérola es casi seguro que impedirán a Prado el lanzar su escuadra al combate: pero en todo caso, un combate naval entre fuerzas peruanas i chilenas, será observado con gran interés por los jefes i tripulaciones de los buques europeos de estación en el Pacífico. Los peruanos poseen un magnífico monitor con torre, blindado, el Huáscar, una poderosa fragata acorazada, la Independencia, i los chilenos dos buenos buques de batería, el Almirante Cochrane i el Blanco Encalada. 
 
En caso de un encuentro, se resolvería el problema existente aun desde el combate de Lissa. La proporción de los ejércitos, es mas o menos la siguiente: Perú, 4,000; Bolivia, 2 000 i Chile 8,000 hombres; pero cada uno de esos países ha llamado al servicio activo a las milicias i pueden poner sobre las armas diez veces el número indicado de tropas. Bolivia, principalmente, puede llevar al campo un gran número de hombres adiestrados en el manejo de las armas.
 
En caso que la suerte de las armas sea adversa al Perú, hai gran probabilidad de que Bolivia, abandonando a su aliado, haga la paz con Chile, cambiando el territorio alrededor de Arica, ocupado hoi por tropas chilenas, por el distrito de Tarapacá, donde se encuentran los depósitos de nitrato.
 
Fuente: Boletín de la Guerra del Pacifico 1879-1881, Editorial Andrés Bello, Santiago, 1979, P. 275.
 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario