[Mapa que nos muestra los movimientos durante el Combate de Los Ángeles]
(NACIONAL, de Lima del 31 de Marzo.)
A las 3 P. M. ha llegado hoy el vapor Ayacucho, procedente de Valparaíso y puertos intermedios.
Hasta el momento en que dirigimos a Ud. la presente carta, no hemos recibido dato alguno directo, acerca de los graves y trascendentales sucesos de que nos hablan pasajeros venidos de Quilca.
Dicen estos, que en la tarde del 21 fuerzas enemigas en número considerable, empeñaron un combate con la división Gamarra que desde hace algunos días se había situado en la importantísima posesión de los Ángeles.
El éxito de este encuentro refiérennos que fue adverso a nuestra causa; pues a poco de que la o las divisiones enemigas hicieron uso de su artillería, que habían conseguido colocar en una altura dominante a la de los Ángeles, nuestras tropas tuvieron que retirarse emprendiendo camino sobre Arequipa.
Quien quiera que conozca la topografía de ese lugar, dado el caso de que fuera, exacto que la división Gamarra hubiese realmente ocupado la posición que se le designó, tendrá que dudar de la veracidad de la noticia, en cuanto al hecho que se dice realizado, de que los enemigos, sin resistencia, hubiesen ocupado una posición ventajosa llevando hasta ella artillería de grueso calibre de que dicen estaba provisto el ejército invasor.
Para explicarlo, refiérese, sin embargo, que a ello dio lugar el desacuerdo en que por causas todavía ocultas se encontraban el coronel Gamarra, Comandante General de división, y el coronel Camacho, antiguo prefecto de Moquegua.
El desacuerdo atribuido a estos jefes, dicen los pasajeros, determinó la marcha del general Gamarra, antes o poco después de haberse iniciado el ataque sobre los Ángeles, de tal suerte que el coronel Camacho, con las pequeñas fuerzas que le obedecían, fue el que opuso alguna resistencia.
La gravedad de estos informes no permiten concederles completa aceptación, por lo que juzgamos prudente referirnos a los que probablemente haya recibido el Gobierno.
Nada se indica acerca de las pérdidas que hayan sufrido las fuerzas beligerantes.
Aseguran unos, que el coronel Gamarra emprendió la retirada en orden, lo mismo que el coronel Camacho, y otros por el contrario dicen que este último seguía las huellas del primero con fuerzas muy reducidas.
Posesionados los chilenos de los Ángeles, habían destacado una división sobre Torata, a fin de hacer efectiva la incomunicación por esa vía del ejército de Arica.
Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos
oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra
que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo
documentos inéditos de importancia Tomo II, Imprenta i Lib. Americana de Federico T. Lathrop, Valparaiso, 1885, P. 1233.
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