[Oleo de Snow Hill, Holburn, Londres, en el siglo XIX]
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES.
Lima, Noviembre 12 de 1879.
Señor:
Mientras dure la guerra actual es indudable que los agentes chilenos en Europa no omitirán medio, por indecoroso que sea, para crear graves dificultades al Perú, ya tratando de entenderse con los tenedores de bonos peruanos, ya solicitando el apoyo del Gobierno inglés u otro, a fin de explotar el guano y salitre, so pretexto de atender mejor al servicio de la deuda y pagar los gastos de la guerra.
V. S. sabe que para Chile la lucha actual es únicamente de ajenos territorios y riquezas, y que sus hostilidades han consistido, desde el principio, en apoderarse del Litoral boliviano, en bloquear Iquique y destruir los aparatos de carguío en los depósitos de guano; guerra mercantil y de especulación, llevada con una temeridad sin ejemplo y sin respetar ley ni derecho.
De aquí la obligación en que se halla este despacho, correspondiendo a las necesidades de la situación, de recomendar a los agentes diplomáticos que ocupen un puesto de importancia, como V. S., todo el celo posible y la vigilancia más severa para prevenir, sorprender y cruzar eficazmente los planes de nuestros enemigos.
No basta para ello, como ya se ha dicho a V. S. en precedentes instrucciones, seguir los pasos de dichos agentes, sino, particularmente, estar en cordial y estrecha relación con los principales funcionarios de ese país y con el Foreing Office. La política del Gobierno inglés nos ha sido favorable hasta aquí; y conviene cultivar esta predisposición para cualquiera emergencia y para llevar a su ánimo la expresión clara de nuestro derecho en la guerra actual, de nuestro respeto por los intereses de los neutrales y el deseo de pagar a nuestros acreedores en la mejor forma posible.
Estos sentimientos, expresados con mesura y dignidad, en el momento oportuno, pueden darnos en correspondencia algunos datos útiles sobre el plan de nuestros enemigos, cuando estos lo acometan seriamente.
El Ministerio que acaba de organizarse y al que tengo la honra de pertenecer, se halla animado de las mejores intenciones respecto de nuestros acreedores; pero, como V, S. comprenderá, no puede hacer cuanto desea, en medio de las dificultades de la campaña, y su trabajo tiene que reducirse a preparar para más tarde la realización de un programa de hacienda que comprenda aquellos intereses.
Así, pues, conforme no aceptamos en principios la intervención extranjera en materia de deudas, al mismo tiempo conviene trabajar con sagacidad y perseverancia en el sentido de este oficio; esto es, manifestando las más saludables disposiciones para cumplir con los compromisos contraídos y desbaratando las intrigas de nuestros enemigos en la lucha en que se proponen especular antes que todo.
No terminaré sin expresar a V. S. que, el Gobierno se ha impuesto con satisfacción de la nota de esa Legación, fecha 1º de Septiembre, número 105, que se refiere a la declaración del Gobierno británico de no apoyar la solicitud de exportar guano en provecho de los tenedores, y que no duda que las nuevas gestiones que se hagan en tal sentido recibirán el mismo justo y merecido rechazo.
Dios guarde a V. S.
RAFAEL VELARDE.
Al señor don Carlos Pividal, Ministro Residente del Perú en la Gran Bretaña.
Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos
oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra
que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo
documentos inéditos de importancia Tomo II, Imprenta i Lib. Americana de Federico T. Lathrop, Valparaiso, 1885, P. 31.
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