Habiendo Chile, por el éxito de la guerra, tomado posesion de la costa de Bolivia i de la provincia toda de Tarapacá en el Perú, interesa evidentemente a sus habitantes i a todas las naciones civilizadas i progresistas, que lo posea permanentemente i que su gobierno administre aquellos territorios.
El territorio boliviano contiguo a Chile, prácticamente no forma parte de Bolivia; está habitado únicamente por subditos chilenos i separado del Estado a que pertenece por una inaccesible cordillera de montañas.
Su puerto de Antofagasta no sirve ni para la importación ni para la esportácion del estenso interior de Bolivia, siendo el puerto de Arica en el Perú el lugar por donde Bolivia tiene su entrada i salida al Pacífico.
No se disputará que Bolivia tiene derecho a un puerto en la costa del Pacífico, i la conveniencia de las cosas demuestra que deberia tenerlo donde la naturaleza se lo ha dado con tanta justicia.
Dando a Bolivia una pequeña faja de territorio en el océano Pacífico, incluyendo el puerto de Arica, será un excelente medio entre las dos repúblicas hermanas i la colocarán en estado de aumentar sus grandes recursos interiores por un puerto pequeño, seguro e independiente en la costa del Pacífico.
Por un tratado existente entre Bolivia i el Perú, el último ha cobrado los derechos de importación i esportácion de las mercaderías del primero, que pasaban por el puerto de Arica, i por lo cual debia pagar a Bolivia sesenta mil pesos anuales; pero se dice que e! gobierno de Bolivia no ha recibido mas de una décima parte de esta suma.
Suponiendo tal modificación de frontera como uno de los resultados probables de la guerra, la provincia de Tarapacá será separada de la república peruana.
En la costa i en las islas adyacentes se encuentran los grandes depósitos de guano hipotecados especialmente a los tenedores europeos de bonos por un empréstito que asciende ahora en capital e intereses atrasados mas de £ 40.000.000.
En el interior de esta provincia están los grandes depósitos de nitrato, en los cuales, principalmente los ingleses, han invertido £ 4.000.000.
Hasta el presente, como decíamos la semana pasada, estas grandes riquezas naturales, a causa de la mala administración del gobierno peruano, han sido para el pais una maldición en vez de una bendición.
Si en el tratado de paz que debe hacerse luego entre Chile, Bolivia i el Perú, el último cede irrevocablemente a los tenedores de bonos todos los depósitos de guano i nitrato existentes en la provincia de Tarapacá, recibiendo en cambio un finiquito de toda la deuda esterna i certificados de nitrato, de manera que el Perú pueda comenzar una vida nueva, libre de toda dificultad financiera, habrían buenas esperanzas de rejeneracion del pais, porque el gobierno i el pueblo aprenderían esta saludable lección: que una renta procedente de una industria honrada tiende mas a la prosperidad permanente de una nación que todas las minas de oro i riquezas escepcionales.
La vecina república de Chile es un brillante ejemplo entro los Estados sud- americanos de los benéficos efectos que provienen de la honradez, industria i probidad.
Bajo un gobierno semejante, los tenedores de bonos peruanos tienen la mejor garantía de que sus derechos serán respetados i los depósitos de guano i de nitrato administra dos de manera que den a sus propietarios reales un pago sustancial.
Creyendo que este fin que deseamos se llevará a cabo i que se establecerá una paz permanente entre Chile, Perú i Bolivia, pedimos la anexión de Tarapacá a Chile, dando en cambio a Bolivia el puerto de Arica i al Perú el finiquito de su deuda esterna.
Despues del vergonzoso camino que el Perú a seguido con sus acreedores, no puede esperar que se le trate como si hubiera sido siempre un Estado honrado.
No atraerá las simpatías del mundo civilizado por mas que proteste; i Chile, el Estado vencedor, tiene ciertamente títulos para exijir compensación por sus gastos i pérdidas.
Fuente: Boletín de la Guerra del Pacifico 1879-1881, Editorial Andrés Bello, Santiago, 1979, P. 625.
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