(Version chilena de LA ACTUALIDAD, diario de Lima.)
Hoi que se ha restablecido la tranquilidad, hoi que los espíritus se hallan en la mas completa calma i que al fragor del combate i a los horrores de la matanza ha sucedido la tranquilidad i el mas profundo silencio, vamos a relatar los hechos que han tenido lugar en estos cortos i desgraciados dias.
El dia 13, número aciago para los fatalistas, recordó la poblacion de Lima al estampido del cañon i corrió la voz, desde mui temprano, que el combate habia empezado desde el amanecer, o sean las 4 A. M. A las 8 comenzaron a llegar heridos del ejército que defendia las fortificaciones de San Juan i Chorrillos, i a las 9 la compañía de la ambulancia peruana se dirijia con lentitud hácia el paradero del Ferrocarril de Chorrillos con direccion a Miraflores para trasladar desde aquel lugar a Lima los heridos del ejército peruano, los cuales habian sido traidos por paisanos i estranjeros, i no pocos habian venido por sus propios piés.
De 10 a 11 A. M. comenzaron a llegar a la plazuela de la Esposicion grupos de soldados dispersos, i como a las 2 P. M. todo el mundo tenia noticias de la derrota del ejército que defendia las fortificaciones antedichas.
Como a eso de las 3 P. M. circuló un boletin oficial, en el que se decia que habian caido las inespugnables posiciones de San Juan, Salto del Fraile i Morro de Chorrillos i que el ejército peruano se replegaba a las trincheras del pueblo de Miraflores, en el cual esperaba hacer una resistencia tan heróica como desesperada i cuyo triunfo esperaban todos en Lima, como la cosa mas natural del mundo.
Tambien se decia que habian mandado un parlamento en el que se proponia la capitulacion i se concedian 24 horas de tregua al Gobierno de Lima; que espirando dicho plazo seria roto el fuego, i si era vencido el ejército que defendia la capital, ésta seria tomada i saqueada.
A las 2.30 o 3 P. M. del dia 14 se oyeron en Lima los primeros disparos del cañon, i la poblacion corrió aterrorizada a refujiarse en las legaciones i consulados estranjeros i muchos no pararon de correr hasta el puerto de Ancon, el cual estaba ocupado por la escuadra neutral, la cual habia tomado posesion de la playa, desembarcando tropas de los diferentes buques de guerra estranjeros surtos en esa rada, para protejer la poblacion de los dispersos que iban de Lima, los cuales eran desarmados al llegar allí.
Hai que hacer mencion de un hecho que honra mucho a sus autores. Como llegaban de Lima muchas familias sin recursos de ninguna clase, determinaron los ingleses, que fueron los primeros, desembarcar galletas, carne, arroz, manteca, agua, café i otros comestibles para los necesitados. Además de este, trajeron una vela de lona i la tendieron en el suelo, en uno de los salones de una de las muchas casas vacias que habia allí, para que tuvieran donde dormir éstas.
Al principio del combate se dijo tambien que el ejército de la reserva, que defendia las posiciones de Miraflores, habia rechazado al ejército chileno i todo el mundo recobró la calma i las familias recobraron la tranquilidad.
A las 7 u 8 P. M., llegaba la reserva a la poblacion de Lima, la cual habia sido mandada retirar a sus casas i la que trajo la nueva de que el ejército enemigo ocupaba las posiciones de Miraflores i el ejército peruano se replegaba hácia la Esposicion.
Toda la noche se pasó en la mayor ansiedad, pues muchas personas creyeron que el enemigo ocuparia la poblacion a la hora que se le antojase.
La mañana del 15 apareció triste, i las calles se hallaban llenas de dispersos, los cuales trataban de reunirse al toque de las campanas para dar otra tercera batalla a las puertas de la ciudad.
Segun unos, a las 2 P. M., i segun otros, a las 3, comenzaron los dispersos a atacar las chingana i demás establecimientos de víveres de los muchos asiáticos residentes aquí.
Las tropas estaban sin comer hacia mucho tiempo.
Hai varias versiones sobre el principio de saqueo e incendio. Algunos lo atribuyen al hecho de haber muerto un chino a un celador peruano, el cual le quiso hacer pasar un inca, i al ver que no queria el chino, trató de robarle la mercadería. El populacho se indignó i comenzó a darle fuego a los establecimientos de los hijos del Celeste Imperio.
La plaza del mercado de Lima ha sido reducida a cenizas, lo mismo que las calles de Capon, Zavala i otras que eran ocupadas esclusivamente por establecimientos de chinos.
Además trataron de dar fuego a la poblacion por varias partes a un mismo tiempo; pero felizmente la guardia urbana estranjera tomó cartas en el asunto, i armándose con los rifles de los mismos dispersos restableció el órden, no sin haber un terrible fuego de fusilería con los amotinados toda la noche i parte de la mañana del 16.
La sangre ha corrido en abundancia por las calles de Lima; pero lo mismo ha sucedido en muchos de los países de la culta Europa, i no le debe estrañar esto a nadie, pues todos los pueblos tienen su hora desgraciada, la cual sentimos como hombres de corazon.
La guardia urbana, que varias veces habia prestado tan importantes servicios al país, habia sido llamada al servicio, i durante 15 dias estuvo custodiando la poblacion dia i noche; habia sido despedida a sus casas, dándosele las gracias, pero al mismo tiempo se dió un decreto para que el que no quisiese cambiar un billete de cinco incas por 75 soles fuese arrestado i además pagase una multa de 20 incas.
Muchos estranjeros, que habian prestado sus servicios en la guardia urbana, fueron presos i pagaron la susodicha multa. El abuso tomó la forma de legalidad i el hecho se consumó.
Estos mismos estranjeros, a quiénes tanto se ha injuriado, no titubearon en cargar heridos i defender el hogar de quienes les habian hecho tantos prejuicios.
En Lima han sido los chinos los que han pagado el picante; pero en el Callao la cosa ha sido mas séria.
Casi todos los fuertes han sido volados, la escuadra incendiada i una gran parte de la poblacion de aquel puerto reducida a cenizas, no escapándose en esta última ni los pulperos italianos, los cuales han tenido que batirse con el populacho i tener que lamentar muchos muertos i heridos.
Esta ha sido una pequeña parodia de la guerra franco-alemana, i para que no falte nada al pobre cuadro que débilmente bosquejamos, le agregaremos su poco de comuna i petróleo.
Pero ya lo hemos dicho: todos los pueblos tienen su hora de adversidad, la cual debemos respetar.
¡Quiera Dios que esta leccion le sea provechosa, no solamente a este pueblo sino a todos los que pueblan la faz del globo!
El Tricolor Chileno.
El primer edificio que ostentó la bandera de Chile fué el cuartel de Santa Catalina. Eran las 5.30 P. M. del 17 i la artillería acababa de tomar posesion de él. Los soldados aun no se habian desmontado, cuando el capitan de corbeta, ayudante de la Comandancia Jeneral de Artilleria don Alejandro Walker, de órden del general Velasquez subió al castillo e hizó una pequeña bandera tricolor. Oficiales i soldados sacáronse el quepí en ese momento i la banda de artillería tocó la introduccion del himno nacional.
Seguridades para las familias.
Una de las primeras preocupaciones del señor Ministro de la Guerra i jefes del ejército chileno, despues de la ocupacion de Lima, ha sido volver la calma i la tranquilidad a las familias, tanto las residentes en esta ciudad como las que habian emigrado de ella.
Co este motivo, el señor Ministro de la Guerra, acompañado del comandante Stuven, Superintendente Jeneral de ferrocarriles i su ayudante Hempel, partió en la tarde de ayer para Ancon, donde, como se sabe, se habian asilado gran número de familias hacinadas en estrechos i malsanos locales o sin mas abrigo que las arenas de la playa.
Tan luego como el señor Ministro arribó a Ancon, hizo saber que un tren especial se pondria a disposicion de las familias que desearan regresar a Lima, ya tranquila i dominada por el órden en lugar del incendio, el saqueo i el desborde de las mas bajas pasiones de que en las últimas noches fué teatro la capital del Perú i el puerto del Callao.
Como era natural suponerlo, muchas fueron las personas que se apresuraron a aceptar este jeneroso ofrecimiento que les permitia regresar a sus hogares, seguras ya de sus vidas i bienes que los chilenos sabrian i harian respetar.
Entrada del Ejército Chileno a Lima.
El 17, a las 12 M., recibió el Jeneral en Jefe, que se encontraba en Miraflores, una comision de diplomáticos que pedia la inmediata ocupacion de Lima por las tropas chilenas, con el objeto de evitar los lamentables desórdenes ocasionados por el ejército peruano disperso i hecho pedazos en el punto arriba indicado. La comision retiróse i el Jeneral, que ya habia impartido las órdenes necesarias para que una division, compuesta de 3,000 hombres, marchara a Lima, mandó que lo hiciera a las 2 P. M. de ese dia.
Al efecto, a esa hora el Buin, el Búlnes, Cazadores, Carabineros i tres baterías de artillería desfilaban hácia dicha ciudad. En la mitad del camino, la artillería se adelantó, llevando a la cabeza al coronel Velasquez, Comandante Jeneral de artillería i a dos ayudantes.
A las 4.30 P. M. en punto, el primer Krupp llegó a la plaza de la Esposicion. Esta se encontraba llena de jente que observaba atenta a los nuestros. La marcha continuó por la calle que conduce a la de Plateros i se detuvo a las pocas cuadras para que se unieran las tropas. La calle i los balcones se veian cuajados de espectadores, sorprendidos acaso por el silencio respetuoso con que los chilenos ocupaban la Ciudad de los Vireyes. Ni una sola palabra se escapó en ningun momento de los labios de los soldados vencedores.
Allá como a las 6 P. M., las tropas llegaron a la plaza principal, por donde desfiló nuestra hermosa artillería en direccion al cuartel de Santa Catalina, lugar que, como hemos dicho, ocupa a estas horas.
La entrada de un ejército vencedor en tantas batallas, sin gritos ni manifestaciones hostiles a los vencidos, es una prueba de que los chilenos no son los mismos insolentes bandoleros pintados por los escritores de otra tierra.
Jefes Militares de Lima i Callao.
Jefe militar de Lima ha sido nombrado el Jeneral de brigada don Cornelio Saavedra, i gobernador del Callao el coronel, Jefe de la 1.ª Division, don Patricio Lynch.
Ambas personas son, por sus antecedentes, una garantía para nacionales i estranjeros.
Calma en la ciudad.
Desde la entrada del ejército chileno a esta poblacion, la mas perfecta de las calmas ha reinado en el centro i en las afueras de ella. El espíritu del comercio, celoso i asustado por las mil rudas pruebas porque habia pasado desde el principio de la guerra, comienza a entrar en el camino de la tranquilidad i de la confianza. Los estranjeros, que forman hoi la mayoría de los habitantes visibles, están satisfechos del nuevo órden de cosas, porque ven garantidos sus hogares i sus establecimientos de comercio.
I no podia ser de otra manera. Los soldados que han vencido en Chorrillos i Miraflores, que han marcado con sangre jenerosa el camino de la gloria, no podian echar sombras sobre su honra con actos que importaran atropello i falta de moralidad i de respeto.
Inmenso parque tomado en Santa Catalina.
En el cuartel de este nombre, se encuentra alojada parte de nuestra artillería. El resto irá a ocupar el mismo local el dia que se le ordene venir de Miraflores.
I a propósito de Santa Catalina, es inmenso el parque de artillería allí encontrado. Cañones de todos calibres, municiones, rifles, cuanto puede ser útil para esa arma, existe en gran cantidad.
A primera vista, se conoce que aquel sitio era el depósito jeneral del armamento i provisiones del ejército peruano.
La sala de armas del cuartel de Santa Catalina es algo que merece llamar la atencion. Es una espaciosa sala en cuyas paredes se ven pinturas al óleo i cuya disposicion i arreglo honran a los que la tenian a su cargo.
Las armas antiguas que la adornaban parece que han sido escondidas en distintos puntos, pues algunas se han encontrado enterradas dentro del mismo edificio. Una maza i una pica del tiempo de Pizarro, varias espadas i carabinas curiosísimas i de una importancia histórica inapreciable, han caido en nuestro poder, sacadas de la tierra donde las habian escondido los que hasta hace poco las guardaban como un tesoro.
La bandera del Rimac fué hallada por un oficial en el cuartel de Santa Catalina.
La Ocupacion del Callao
La desolacion i la tristeza dominan en este momento al Callao. El fuego aplicado por la mano de algunos de sus pobladores, ha destruido con implacable furor las obras del mar i de la tierra. Los últimos restos de la escuadra peruana han desaparecido: han sido totalmente incendiados por órden de la autoridad, el dia 16 del presente. Al dia siguiente, los habitantes de tierra no quisieron ser ménos que los habitantes del mar; incendiaron tambien, con triste persistencia, muchos edificios de la ciudad, acompañando a este vandálico acto el pillaje i el asesinato. ¡Insensatos! agregar a las lágrimas de sus conciudadanos, despues de la derrota i la muerte, las lágrimas del deshonor i de la vergüenza, cometiendo fratricidios incalificables! La maldicion de sus conciudadanos seguirá mui léjos a esos perversos hijos de la patria peruana! Gracias a los heróicos esfuerzos de los estranjeros, pudo en algo contenerse ese grave desórden, no sin haber perdido estos abnegados defensores 10 de entre sus filas.
La Dársena cobija entre sus muros restos aun humeantes de los trasportes peruanos; sus vergas incendiadas, al caer sobre las gruas de desembarque, han comunicado el fuego a los puentes i plataformas de la Dársena. Los que fueron ájiles barcos para la conduccion de las tropas i comunicaciones peruanas son ahora inútiles tortugas! La muerte de la flota del Perú siguió mui de cerca la muerte de su ejército.
El Chalaco, Oroya, Limeña, Rimac, Union, Atahualpa, cinco buques de vela i a lancha i Urcos han sido presas del fuego o echadas a pique.
Sin embargo, la destruccion no ha sido completa; las órdenes del Prefecto Jerman Astete no fueron satisfactoriamente cumplidas.
A última hora, el injeniero del Blanco dice que la Union será salvada. El fuego solo ha destruido una parte de la popa, quedando el resto del buque completamente intacto. Dentro de poco, la Union será levantada del agua i reparada en el dique para ingresar a la escuadra de Chile.
Este buque intentó salir del puerto en la noche del 13, pero, observado de cerca por la Fresia, desistió de su intento i prefirió verse abrasado por las llamas ántes que probar su valor.
Una lancha a vapor que conducia a... fué tomada por una de las lanchas chilenas de ronda. Sus tripulantes son ahora prisioneros a bordo de la escuadra chilena.
Los fuertes del Callao, si algo han sufrido en su destruccion por efecto de las minas con que se intentó volarlos, no ha sucedido lo mismo con sus cañones. Algunos han sido desmontados, uno que otro clavado, pero ninguno destruido. Todos ellos son perfectamente servibles.
Los edificios públicos, Aduana, Prefectura, estacion de ferrocarriles, resguardo, etc., estan todos intactos i comienzan ya a servir a las autoridades chilenas.
El 18, el coronel don Patricio Lynch hizo su entrada a la ciudad con la division de su mando. Inmediatamente distribuyó los diferentes cuerpos en sus respectivos cuarteles, en medio de la mas estricta disciplina i de un órden inalterable. Los incendiarios del dia anterior habian ya desaparecido.
Los trenes hacen ya sus viajes ordinarios; el telégrafo está corriente; la escuadra entra al puerto; la Intendencia del ejército descarga por la Dársena sus víveres. En pocos dias mas, el comercio recobrará todo su movimiento; el puerto quedará abierto a todas las naves. El Callao, pues, volverá dentro de poco a todo su esplendor, tanto tiempo apagado por el bloqueo.
Comandante Jeneral de Armas ha sido nombrado el coronel Lynch, capitan de puerto, el capitan de fragata graduado don Luis Pomar i comandante del Resguardo, el sarjento mayor don Alberto Stuven.
EL CORRESPONSAL.
Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos
oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra
que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo
documentos inéditos de importancia Tomo V, Imprenta i Lib. Americana de Federico T. Lathrop, Valparaiso, 1888, P. 105.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario