[Oleo de Manuel Baquedano]
(Despacho recibido a las 1 P. M.)
Santiago, Enero 19 de 1881.
Señor Presidente:
Los dias que siguieron al desembarque de este ejército en Curayaco, los ocupé en hacer el arreo de víveres i municiones necesarios para emprender la marcha i en practicar los reconocimientos que debian permitirme fijar las posiciones enemigas i formar mi plan de ataque. Terminadas estas operaciones el dia 11, resolví partir el 12 en la tarde para acampar en la noche frente del ejército enemigo i dar la batalla en la madrugada del 13. Las posiciones ocupadas por aquél se estendian de Villa hasta Monterico.
Dominadas todas las alturas, se halló estaban reforzadas por fosos i trincheras en toda su estension.
Destiné la 1.ª División para atacar la derecha del enemigo, la 2.ª para atacar el centro en dirección a San Juan, i la 3.ª para apoyar las anteriores e impedir la venida de refuerzos de lado de Monterico. A las 5 A. M. rompió sus fuegos la 1.ª División i poco mas tarde la 2.ª Durante hora i media el combate fué reñisímo; la División Lynch dominó las primeras alturas apoderándose de los reductos fortificados, como a las 6.
A esa misma hora mandé que la reserva, a las órdenes del comandante Aristides Martínez, fuera a apresurar el desenlace.
La 2.ª, entre tanto, desalojaba al enemigo de sus posiciones del centro.
Como a las 7 A. M, ya los enemigos, forzados en sus últimos atrincheramientos se pronunciaron en derrota, siguiendo, sin embargo, el combate en los potreros tapiados i entre los matorrales del valle.
A las 9 A. M., nuestra victoria era completa en Chorrillos, i en los cerros artillados que se estienden al al Sur continuaron haciendo resistencia con 8,000 hombres que por allí se encontraron.
Con estas fuerzas se empeñó un segundo combate.
Hubo que hacerlos desalojar de cada una de las calles i casas del pueblo i de las alturas que dominaban. Este sostenido combato duró hasta las 2 P. M., hora en que terminó la batalla con una victoria que nos dió la posición de toda la línea enemiga i de los pueblos de Chorrillos i Barrancos que, como consecuencia de su resistencia, fueron inciendiados i destruidos.
Las bajas del enemigo en esta batalla pasan de 7,000, habiendo quedado en nuestro poder como 1,500 prisioneros, mas de 60 cañones i ametralladoras i una cantidad de armas que no puedo determinar todavía.
La tarde del 13 i el dia 14 los dediqué en atender a los heridos i organizar mis fuerzas; al mismo tiempo adoptaba las disposiciones convenientes para batir al enemigo en Miraflores, que era su segunda línea de defensa i el lugar donde se organizaban las fuerzas dispersas en la batalla del dia anterior.
A las 2 A. M. del día 15 se me trajo a mi campamento una comunicación del Cuerpo Diplomático de Lima, en que se me pedia una entrevista, a la cual accedí; ignorando qué proposiciones iban a hacernos, resolví aplazar el ataque hasta después de conocerlas.
A, las 7 A. M, del dia 15 se me presentaron el Decano del Cuerpo Diplomático i los ministros de Francia e Inglaterra a pedirme protección para los neutrales residentes en Lima, agregándome que el Gobierno del Perú pedia algún plazo para hacer jestiones oficiosas en este sentido; tenian esperanza de que ellas se pidieran sin necesidad de mayor derramamiento de sangre.
Despues de maduras deliberacíones, se prometió no romper los fuegos en ese dia i esperar su respuesta hasta las 12 P. M.
Como esta especie de armisticio me evitaba todo compromiso, seguí tomando mis medidas para el combate.
A las 2 P. M. estaban designadas las posiciones que debia ocupar la división, cuando enemigos emboscados a cortísima distancia, detrás de las tapias, hicieron fuego sobre el grupo formado por mí, el Jefe de Estado Mayor Jeneral, Ministro i ayudantes, fuego que en el acto se hizo jeneral en la línea enemiga. Con esto se inició una nueva i animada batalla en que tomaron parte principalmente la 3.ª i 1.ª divisiones, que duró hasta las 6 P. M.
Las posiciones de Miraflores que cayeron en nuestro poder eran perfectamente elejidas, porque las muchas tapias dificultaban el movimiento de nuestras fuerzas.
Sin embargo, el empuje de nuestra infantería arrojó al enemigo, que fué perseguido hasta cerca de los suburbios de Lima.
Con esta segunda victoria, el ejército enemigo quedó completamente deshecho.
En la batalla del 13 se batieron 25,000 hombres enemigos i en la de ayer 15,000.
Los restos organizados no llegan a 3,000 hombres.
No me es posible precisar todavía la cifra de nuestras pérdidas en ambas batallas, pero las estimo prudencialmente en 600 muertos i 2,000 heridos.
Anoche acampó el ejército en las cercanías de Lima i me preparaba para principiar hoi su bombardeo, prévia notificacion que hice al Cuerpo Diplomático.
Mas éste me comunicó hoi que algunos de sus miembros vendrían a conferenciar conmigo.
Efectivamente, hoi se me presentó el alcalde municipal de Lima, a quien acompañaban los ministros i almirante francés e inglés i el comandante de las fuerzas navales italianas, a pactar la entrega de Lima. Yo exijí que fuera incondicional, i así se convino.
La entrada de una parte de nuestras tropas se efectuará mañana 17 a. las 2 P. M.
En el Callao quedan solamente 1,000 hombres, i hai casi la seguridad que se rendirán.
Lo sabré mañana en las primeras horas.
Cuando remita el parte detallado de las batallas del 13 i 15, procuraré manifestar a V. E. cuánto se ha distinguido el ejército que ha combatido a mis órdenes. Por ahora me limito a anunciar a V. E. que tanto sus jefes como los oficíales han rivalizado en celo por colocarse a la altura de la grande i honrosa misión que nos habia confiado el país, agregando que la parte mas dificil en la batalla del 13 tocó a Lynch, i en la de ayer a Lagos, que merecen por su conducta un premio especial.
Termino felicitando al país i a V. E. por estas dos victorias que ponen término a esta guerra, colocando a Chile en el lugar que le corresponde por el patriotismo i enerjía de sus hijos.
LISTA DE JEFES I OFICIALES MUERTOS I HERIDOS EN LA BATALLA DE CHORRILLOS I MIRAFLORES.
Muertos.—Teniente coronel José M. Marchant, del Valparaiso; teniente coronel Zañartu, del Chacabuco; teniente coronel Silva Renard, del Talca; mayor Rafael Zorraindo, del Atacama; mayor Jimenez, del Chillan.
Heridos.—Coronel J. Martínez, grave; teniente coronel Francisco Barceló, leve; coronel Domingo Herrera, leve; teniente coronel Roberto Souper, grave; teniente coronel Demofilo Fuenzalida, grave; teniente coronel Marcial Pinto A., grave; teniente coronel José M. Soto Aguilar, grave; teniente coronel Zillernelo, grave; teniente coronel Baldomero Dublé Almeida, grave; teniente coronel Joaquín Cortés, leve.
Mayores: Luis Larrain, grave; Vallejos, del Buin, grave; Miguel Arrate, grave; Villagran, del Colchagua, leve; Ramón Dardignac, grave; Rafael Guerrero, grave.
Todavía no se sabe a punto fijo el número de bajas.
Mas tarde irá la lista.
BAQUEDANO.
Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos
oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra
que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo
documentos inéditos de importancia Tomo IV, Imprenta i Lib. Americana de Federico T. Lathrop, Valparaiso, 1887, P. 411.
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