viernes, 5 de febrero de 2021

Parte oficial de Manuel José Soffia sobre las batallas de Chorrillos y Miraflores

 [Fotografia de José Manuel Soffia Otaegui]
 
Comandancia del rejimiento Colchagua.
 
Callao, enero 23 de 1881.
 
Para cumplir con lo ordenado por el señor jefe de la división, en la junta de jefes que tuvo lugar el 12 del corriente en el campamento de Lurin, el rejimiento de mi mando debia apoyar al 2.° de línea en el ataque a Chorrillos, i para lo que se nos señalaron ciertas posiciones.
 
No sucedió así, sin embargo; porque poco después de romper sus fuegos el enemigo, recibí orden verbal del señor coronel jefe de la brigada, don Juan Martínez, dada a presencia de su ayudante don Reinaldo Guarda, de atacar con un batallón los fuertes que hacian un nutrido fuego por un flanco, a los rejimientos que combatían el centro de la línea enemiga.
 
Para ejecutar esta orden tomó en el acto el mando del primer batallón del Colchagua, dejando que el segundo batallón, a cargo del teniente coronel don Telasco Trujillo, continuara su marcha, hasta tomar la colocación que se le habia señalado.
 
Durante el combate murieron el teniente don Manuel Jesús Carrasco i el subteniente don Jenaro Molinas, i fueron heridos el sarjento mayor don Avelino Villagran Hurtado; los capitanes don Juan Domingo Reite, que murió poco después; don José 2.° Pumarino i don Pedro Nolasco Gajardo; el teniente don Edmundo Cristi i los subtenientes don Clorindo Gómez, don José María Villarreal i don Manuel Antonio Palacios.
 
En la batalla del 15, o de Miraflores, tomó también parte el rejimiento de mi mando en la colocación que se le señaló, marchando el que suscribe con el primer batallón al mando inmediato del capitán ayudante don Adolfo 2.° Krug; quedando el segundo batallón al mando del teniente coronel don Telasco Trujillo.
 
En este combate murió el valiente capitán don Pedro Antonio Vivar, hermano del héroe de Tarapacá i único apoyo de tres hermanas norteñas que quedan en el mayor desamparo i resultaron heridos el teniente don Alfredo Caramillo i los subtenientes don Francisco Iturriaga i don Wenceslao Gómez.
 
He sabido que fué herido levemente el teniente coronel don Telasco Trujillo; i contuso leve, por efecto de una esplosion de dinamita, el capitán don Andrés Soto Ladrón de Guevara.
 
Me hago un deber en recomendar por su conducta i serenidad en los combates, sin que por eso hayan dejado de cumplir con su deber todos los otros, a los cuales no me era posible ver por la dispersión en que se peleaba,- sarjento mayor don Avelino Villagran Hurtado; a los capitanes ayudantes don Adolfo 2.° Krug i don Parmenion Sánchez; a los capitanes comandantes de compañía don Pedro Antonio Vivar i don José 2.° Pumarino; a los tenientes don Demetrio Sotomayor i don Alfredo Jaramillo; i a los subtenientes don José María Villarreal, don Clorindo Gómez, don Manuel Antonio Palacios, don José Dolores Rios, don Telésforo Valenzuela i don José León Lara.
 
Hago una recomendación especial a favor del capitán ayudante señor Krug, no solo por su valor en los dos combates, sino también, por su consagración a las atenciones que ha demandado el Colchagua, durante los quince meses de campaña, habiendo encontrado siempre en él mi ausiliar mas poderoso.
 
Creo de mi deber poner en conocimiento de Ud. que el ex capitan del rejimiento don Carlos Ignacio Palacios, se presentó en los momentos del combate de Miraflores, animando a los soldados con un entusiasmo digno de elojio.
 
El capitán don Juan Domingo Reite, del ejército de línea, fué herido en Dolores i se encontraba de ayudante del batallón cívico de Iquique, cuando aceptó su colocación en el Colchagua solo por patriotismo. Deja a su mujer e hijos sin fortuna.
 
La suma que arroja la lista nominal de nuestros heridos,que acompaño, da dieziseis bajas de jefes i oficiales sobre treinta que formaron; i asciende el total a un equivalente de treinta i seis por ciento de pérdidas, respecto de las fuerzas efectivas que entraron en combate.
 
Estas cifras manifiestan que al Colchagua le ha tocado no pequeña parte en el sacrificio de sangre que cuesta al país, el cumplimiento de sus lejítimas aspiraciones.
 
Dios guarde a Ud.
 
M. J. Soffia.
 
Al señor jefe de la 1. ª brigada de la l. ª división.
 
Fuente: Boletín de la Guerra del Pacifico 1879-1881, Editorial Andrés Bello, Santiago, 1979, P. 1000.
 

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