Primera brigada.
Comandancia de la primera brigada de la segunda división.
Chorrillos, enero 23 de 1881.
Señor jeneral:
En cumplimiento de mi deber, tengo el honor de pasar a US. el siguiente parte de la batalla del 13 del presente i de mas acontecimientos ocurridos en los hechos de armas en que tomó parte la brigada de mi mando.
Conforme a la orden de US., de fecha 12 del presente, me puse en marcha de Lurin a las 6 P. M. para caer sobre el enemigo al aclarar el siguiente dia, por el camino de La Capilla.
La brigada se componía de las siguientes tropas: Artillería con 16 piezas i 198 hombres; Buin con 1,020; Esmeralda con 1,021, i Chillan con 1,052, formando un total de 3,291 individuos de tropa.
A las 5 de la mañana del 13, ordené que los tres rejimientos, formados en columna cerrada por compañía, avanzasen por la derecha de un portezuelo que da salida al estenso llano, como de 3,000 metros de estension i limitado al norte i este por un cordón de cerros i cerrillos fortificados, coronados por gran cantidad de piezas de artillería que formaban la primera línea de defensa del enemigo, detras de los cuales se halla situada la hacienda de San Juan, punto objetivo de nuestro ataque, como US. me lo habia ordenado.
Efectuado este movimiento con la rapidez i exactitud propias de la disciplina de estos cuerpos, a pesar de estar ya bajo los fuegos de la artilleria enemiga mandé avanzar al llano i desplegar por batallones, formando los primeros una estensa línea de tiradores i los segundos otra de reserva que la apoyaba. Estas dos líneas marchaban perfectamente a tomarse las alturas designadas de San Juan, desde donde se nos hacia un nutrido fuego de artillería i de rifle.
A distancia conveniente se rompieron los fuegos en avance con tal certeza i precisión, que en poco tiempo todos los cerros estaban coronados por nuestras tropas, i a las 9 de la mañana éramos dueños de la hacienda de San Juan.
Todos estos movimientos i fuegos eran secundados por las tres baterías de montaña mandadas por el sarjento mayor Jarpa, que con grandes dificultades subió los arenosos cerrillos para protejer los últimos avances de los rejimientos de infantería.
También debo mencionar aquí que fueron puestas bajo mis órdenes doce piezas de campaña al mando del comandante Wood i que dirijieron sus fuegos a los mismos puntos de la de montaña.
Omito entrar en mas detalles porque US. estuvo constantemente presente durante toda la batalla.
Reunida la brigada en las casas de San Juan i despues de un corto descanso, me ordenó US. tocar llamada para continuar la persecución del enemigo que se refugiaba en Chorrillos. Cumplida la orden, marchó US. i el que suscribe con estas fuerzas para posesionarse de la ciudad. Este segundo ataque del enemigo en sus últimas trincheras fué duro i sangriento i se sostuvo desde las diez de la mañana hasta las dos i media de la tarde.
No entro en pormenores que US. mismo presenció.
Por orden del señor jeneral en jefe se dejó al rejimiento Esmeralda en la Escuela de Cabos cubriendo la guarnición del pueblo, i el Chillan pasó a acamparse al costado izquierdo del Buin, que ocupaba un potrerillo cercano a la ambulancia peruana.
El 15 en la tarde, apenas se rompieron los fuegos por la primera i tercera división sobre Miraflores, recibí orden del mismo señor jeneral en jefe de aproximarme al campo de batalla i cubrir el centro de aquellas fuerzas, apoyando la izquierda en el ferrocarril, lo que efectué a la mayor brevedad posible.
La artilleria de la brigada se situó al otro lado del ferrocarril i a continuación del rejimiento Chillan.
Estando en esta situación vimos aproximarse un tren que venia de Lima i que se dijo traía tropas de refresco i cañones en carros blindados; pero unos cuantos disparos de la artilleria lo hizo retroceder i calmar la ajitacion que principiaba a producirse.
La victoria de Miraflores fué desde ese instante completa i la noche se pasó sin novedad.
Debo manifestar a US. mi entera satisfacción por el arrojo i disciplina de que han dado prueba las fuerzas que he tenido el honor de mandar; i seria injusto hacer recomendaciones especiales cuando todos i cada uno han cumplido con su deber, particularmente sus valientes jefes.
Réstame solo, señor jeneral, decir a US. que el comandante del rejimiento Buin, don Juan León García, me presentó en medio de la acción un rico estandarte tomado al enemigo por el cabo Juan de Dios Jara, i perteneciente al batallón peruano Ayacucho núm. 4.
Igualmente, el comandante del rejimiento Esmeralda, don Adolfo Holley, me entregó en las casas de San Juan otro rico estandarte con el siguiente lema: «Batallón Manco Capac núm. 81.» I en el ataque de Chorrillos me presentó el mismo jefe otro con el lema: «Batallón Guardia Peruana.» Estos tres estandartes los pondré oportunamente a disposición de US.
Adjunto a US. orijinales los partes de los jefes de los diversos cuerpos de la brigada de mi mando, como asimismo una lista nominal de los jefes, oficiales i tropa muertos i heridos en la batalla.
Dios guarde a US.
Jóse Francisco Gana.
Al señor jeneral jefe de la 2.ª división.
Fuente: Boletín de la Guerra del Pacifico 1879-1881, Editorial Andrés Bello, Santiago, 1979, P. 1007.
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