sábado, 16 de mayo de 2020

Parte de Miguel Grau sobre el Combate Naval de Iquique

 [Retrato en oleo de Miguel Grau]

COMANDANCIA DE LA 1. A DIVISIÓN NAVAL.

A bordo del monitor Huáscar, al ancla en Iquique, Mayo 2 de 1879.

Benemérito señor Jeneral en Jefe del ejército del Sur.

Conforme a las instrucciones verbales que recibí del señor jeneral director de la guerra en el puerto de Arica, me dirijí a ésta con la división naval de mi mando, compuesta del monitor Huáscar i de la fragata Independencia, i al arribar a él, donde se encontraban sosteniendo el bloqueo los buques de guerra chilenos corbeta Esmeralda i cañonera Covadonga, emprendí el ataque contra ellos batiendo a la Esmeralda, que se mantuvo en el fondeadero, i mandando a la Independencia en persecución de la Covadonga,que huia en dirección al Sur.


No me es posible, por la premura del tiempo, dar a V. S. los detalles de este encuentro, que desde luego ha podido V. S. apreciar por sí mismo desde tierra, i concretóme por tal causa a decir a V. S. que notando después de la primera hora del combate que nuestra posición en la boca del puerto no nos permitía hacer buenas punterías a causa del movimiento de la mar, i sabedor que la Esmeralda se mantenía mui pegada a tierra por parte Norte de la población, porque tenia su frente guarnecido por una línea de torpedos, según me lo indicó el capitán de corbeta i de este puerto don Salomé Porras, que vino a bordo al principiar el combate, a la par que temiendo herir a la población con los tiros de mi buque, me decidí a entrar por la parte del Sur, pegándome lo posible a la isla, a fin de atacar con el espolón; pero como la Esmeralda salió entonces por la parte del Norte, siempre mui próxima a tierra, cambié de propósito i goberné sobre ella directamente.

En dos ocasiones se defendió presentando la aleta en una i la proa en la otra, de manera que el golpe del espolón no le hizo mayor efecto en una ni en otra, i el combate tenia lugar entonces con tiros de fusilería i ametralladoras, estando los buques en contacto.

Finalmente, dispuestos los dos cañones de la torre para dispararlos lo mas cerca posible del buque enemigo i embistiendo por la tercera vez a toda fuerza con el espolón, el disparo de los primeros i el golpe de este último, dado en el centro de su costado, sumerjieron casi inmediatamente la Esmeralda entre las doce horas diez minutos pasado meridiano.

El combate habia terminado después de tres horas cuarenta minutos de una tenaz resistencia.

La fragata Independencia, batiendo en caza a la Covadonga, logró aproximársele hasta embestirle con el espolón en la punta denominada Gruesa; pero como este ultimo buque navegase mui pegado a tierra, próximo el momento de darle el golpe, sufrió la primera un violento choque en sus fondos contra una roca desconocida i cubierta, choque que le inutilizó su máquina i dio por resultado la pérdida del buque, arrojado por la mar sobre los arrecifres de la Punta.

Terminada la acción del Huáscar con la sumersión de la Esmeralda i después de haber salvado a los náufragos de este último bnque i recibídolos a mi bordo, me dirijí en demanda de la Independencia que tenia a la vista en la Punta Gruesa, ya mencionada, con el ánimo de ayudarla al apresamiento de la Covadonga: pero ésta desde que se apercibió de la dirección que llevaba, se alejó con toda fuerza con rumbo al Sur.

La perseguí durante tres horas i después de notar a la pasada el estado en que se encontraba la Independencia.

Mas, considerando que la distancia de diez millas que próximamente me separaba de la Covadonga no podia estrecharla antes de la puesta del sol i ser en tal caso mas conveniente ir en auxilio de la Independencia, viré i me dirijí sobre ésta.

Pronto pude apreciar que la pérdida de la fragata era total.

Mandé mis embarcaciones por la jente que habia a bordo de ella i di órdenes de incendiarla.

Esto cumplido, he regresado a este puerto.

Adjunto a V. S. la-relación de las bajas habidas en la dotación de este buque, de los muertos del enemigo, cuyos cadáveres han sido recojidos, i de los prisioneros.

Remito a tierra para su sepultura los cadáveres, para su curación los heridos i a las órdenes de V. S. los prisioneros.

Al terminar, réstame manifestar a V. S. que durante el combate todos los empleados del buque de mi mando han cumplido satisfactoriamente con su deber.

Todo lo que tengo el honor de poner en conocimiento de V. S. para los fines que haya lugar.

Dios guarde a V. S.

MIGUEL GRAU.

Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia Tomo I, Imprenta del Progreso, Antigua Seccion de Obras i Encuadernacion del Mercurio, Valparaiso, 1884, P. 298.

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