[El edificio de las aduanas en el malecón de Guayaquil, 1877]
LEGACION DEL PERÚ EN EL ECUADOR.
(Reservada.)
Guayaquil, Noviembre 19 de 1879.
Señor Ministro:
Varias cartas de ecuatorianos residentes en Lima, recibidas por personas respetables de esta ciudad, hablan con insistencia del hecho de que en aquella se ha reclutado a un número de hombres de esta República, i aun algun periódico ha llegado a asegurar que no se respetaban, sino que se rompian, los certificados de nacionalidad espedida por la Legacion i los consulados ecuatorianos. Esta última asercion se dice estar apoyada en una órden dada al efecto por el señor presidente del Consejo provincial de Lima.
(Reservada.)
Guayaquil, Noviembre 19 de 1879.
Señor Ministro:
Varias cartas de ecuatorianos residentes en Lima, recibidas por personas respetables de esta ciudad, hablan con insistencia del hecho de que en aquella se ha reclutado a un número de hombres de esta República, i aun algun periódico ha llegado a asegurar que no se respetaban, sino que se rompian, los certificados de nacionalidad espedida por la Legacion i los consulados ecuatorianos. Esta última asercion se dice estar apoyada en una órden dada al efecto por el señor presidente del Consejo provincial de Lima.
Yo he opuesto a estas afirmaciones la denegacion mas completa, admitiendo solamente que han podido ocurrir algunos casos aislados, en los que los jefes de los cuerpos han puesto en inmediata libertad a los que solo por error pueden haber sido llevados a los cuarteles. Pero, como a pesar de todo se sigue hablando de este asunto i la mala impresion producida se acentúa cada dia mas, he creido de mi deber llamar llamar mui seriamente la atencion de V. S., hácia la conveniencia que hai, no solo en respetar de la manera mas absoluta la escencion del servicio militar de que gozan los estranjeros, sino en dar suelta a los que pudieran hallarse enrolados en el ejército. Puedo dar a V. S., la mas plena seguridad de que al proceder así, el Gobierno, como no lo dudo, no hará sino robustecer con gran provecho muestro las simpatías que en esta ciudad existen en favor de la causa nacional, lo cual es del mayor interes en las actuales circunstancias.
Suplico a V. S., que se digne trascribir, sin pérdida de tiempo, este oficio al señor Ministro de la Guerra para que se sirva dictar las medidas urjentes que el caso requiere.
Seria conveniente comunicar de una manera directa a nuestro Cónsul en este puerto la resolucion que se tome, sin perjuicio de hacerlo igualmente conmigo.
Dios guarde a V. S.
EMILIO BONIFAZ.
Al señor Ministro de Estado en el despacho de Relaciones Esteriores.—Lima.
Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia Tomo III, Imprenta i Lib. Americana de Federico T. Lathrop, Valparaiso, 1886, P. 58.
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