domingo, 17 de noviembre de 2019

Los veteranos chilenos y la Revolución de 1891

 [Fotografia de un veterano chileno con una pata de palo]

Una de las mayores dificultades que se presentaron para las organizaciones y entidades de veteranos se produjo a partir de 1885, y radicó en la llegada de una comisión cuyo fin era "Prusianizar el Ejército". Este comité estaba encabezado por el Oficial alemán Emilio Kórner Henze. Los uniformados extranjeros más tarde tomaron parte activa en la guerra civil de 1891, la que costó la salida y suicidio del Presidente José Manuel Balmaceda, en donde los mismos veteranos gloriosos de las gestas en el norte luchan entre ellos, quebrando de alguna manera la propia estabilidad que se había alcanzado en los círculos y entidades patriotas, quienes sindicaban a Kórner como un traidor al Ejército de Chile.


La situación de odios entre los integrantes de los círculos de veteranos fue un hecho; por una parte, los seguidores de este nuevo modelo señalaban que la institución debía modernizarse y que todo lo anterior no era bueno y por cierto anticuado, contra una posición menos radical, cuyo discurso expresaba lo contrario y, por eso, durante los ochenta primeros años de vida independiente sólo había dado glorias a la patria, como los hechos lo confirmaban con los resultados en la última confrontación internacional contra Perú y Bolivia.

Un significativo número de oficiales y tropa activos aún en la institución y que habían tomado parte en la Guerra del Pacífico, pero que en la revolución del 91 formaron parte del bando presidencialista, simplemente fueron "Borrados del Escalafón Oficial", dejando de ser militares y todas sus glorias de la guerra del 79, sencillamente olvidadas.

En consecuencia, como los problemas de la contingencia los estaban viviendo los militares, las dificultades se hacían extensivas también a los círculos y sociedades de veteranos que cohabitaban con ellos, de modo que los organismos integrados por ex movilizados del 79 y más tarde del 91, al igual que el Ejército permanente, permaneció por algunos años "escamado, escaldado de la política y aún de la sociedad, de modo que se aisló y detrás de esto apareció el grupo de oficiales profesionales encabezado por Kórner, que le dieron una estructura, una nueva organización, un nuevo espíritu que, como ya se señaló, el modelo fue tomado de Prusia".

Finalmente debemos señalar que la revolución de 1891 sólo llegó para dificultar las relaciones intestinas del Ejército y el Gobierno, de manera que las recompensas que los veteranos, que eran clamadas como justas ante las autoridades y el Ejecutivo, se vieron dificultadas por esta seudo separación al interior de las propias filas y que sólo pudo encontrar solución a inicios del siglo XX.

Fuente: Méndez Notari, Carlos, Héroes del silencio: los veteranos de la Guerra del Pacífico (1884-1924), Centro de Estudios Bicentenario, Santiago, 2009, P. 38.

1 comentario:

  1. Muy bueno. El coronel Méndez fue mi profesor de Historia en la Escuela Militar. Saludos para el.

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