viernes, 6 de agosto de 2021

La veracidad del Gobierno peruano. (Editorial del Diario Oficial.)

 
[Oleo del Monitor Huáscar con bandera peruana]
 
Octubre 17.—El Journal des Debats, en su número correspondiente al 27 del pasado agosto, publica la carta que en seguida va a leerse, i la hace preceder discretamente por estas líneas: «La Legación del Perú, nos comunica lo siguiente: 
 
«El último correo del Pacífico, cuya última fecha es de 16 de julio, nos trasmite los pormenores del combate naval que el monitor peruano Huáscar sostuvo contra la Armada chilena en la noche del 9 del mismo mes. 
 
«El Huáscar que navegaba en persecución del enemigo entró en Iquique a la media noche, i sabiendo que aquel se habia alejado en dirección al oeste, se dirijió a buscarlo. En efecto, a poco tiempo encontró al buque Matías Cousiño, i lo atacó, causándoles graves daños: al prepararse para enviarle una andanada, el capitán de la nave chilena le gritó: «comandante Gran: no me mate Ud. mas jente: estamos rendidos— ¡Viva el Perú! En el instante en que el segundo del Huáscar, comandante Carvajal, se preparaba para tomar posesión del Matías, apareció el Abtao i sobre él se lanzó el monitor, a tiempo que otras tres naves chilenas, el grande acorazado Cochrane i las corbetas Chacabuco i Magallanes, se presentaban en las aguas del combate. 
 
«El Huáscar dirijió tres tiros de a 300 sobre el Matías; tocó con su espolón al Abtao, que huia i al cual gritó el comandante Grau: voi a hacer fuego; sálvense en sus chalupas! En seguida se colocó el monitor en el centro de las naves chilenas, inflijiéndoles graves daños. Durante la refriega, el Huáscar logró aproximarse al Cochrane, le hizo fuego por la popa, a quema ropa i luego embistió con su espolón a la Chacabuco, que solo pudo escapar merced a la rapidez de su fuga. 
 
«Después de dos horas de combate tan glorioso como desigual, el Huáscar se abrió paso por en medio de la flota enemiga, que no le pudo dar caza, i sin mas contratiempo que la lijera herida de dos tripulantes, hizo rumbo al norte. En el momento de su partida, el Cousiño pedia socorro a la Magallanes, i se asegura que se fué a pique. 
 
«La corbeta Pilcomayo ha visitado algunos puertos menores, i en Tocopilla, donde destruyó lanchas, echó a pique la nave mercante Matilde, después de serciorarse de que era propiedad del enemigo i de que sus papeles no estaban en regla. A su regreso la corbeta fué perseguida durante 24 horas por el otro acorazado chileno, Blanco Encalada, aunque sin ningún buen éxito. 
 
«El trasporte Oroya volvió al Callao después de haber dejado en el sur mas de cinco mil hombres, pertrechos, armas, víveres, etc. 
 
«El Chalaco tocó en Arica, en donde dejó gran parte de su cargamento: el resto de éste debia ser desembarcado en Pisagua. 
 
«En Arica se terminó la montura de los cañones Vavasseur.» 
 
Lo que queda copiado ni necesita, ni admite comentarios. 
 
La respetable publicación que al dar acojida a tan fantásticas relaciones, tuvo el acierto de espresar su oríjen i salvar así su propia responsabilidad, ha hecho con ésto, cuanto es menester para que la indignidad del gobierno del Perú, que engaña a su ministro, o la de su ministro que pretende engañar al público europeo, quede debidamente castigada. 
 
Los plazos que, por cualquier interés del momento, firma la mentira, son siempre breves i la deuda se paga mui caro. 
 
El gobierno del Perú ha quemado sus naves en punto a veracidad. En lo sucesivo, nadie cometerá la torpeza ni incurrirá en la candidez de dar crédito alguno a su palabra.

Fuente: Boletín de la Guerra del Pacifico 1879-1881, Editorial Andrés Bello, Santiago, 1979, P. 389.

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