jueves, 23 de julio de 2020

Solicita se le envie de ausiliar a uno de sus hijos i reitera su renuncia

 [Fotografia de José Antonio de Lavalle]

LEGACION DEL PERÚ EN EL BRASIL.

Petrópolis, Abril 13 de 1880.

Señor Secretario de Estado:

Como estará V. S, informado por el oficio que tuve la honra de dirijirle el 22 de los corrientes, bajo el número 42, el Secretario de esta Legación don Javier Melecio Casós, salió para esa capital el 5 de los mismos, por las razones que con dicho oficio espongo. Con su partida me he quedado pues solo, enteramente solo, pesando sobre mí únicamente todo el trabajo de la Legación. Mi voluntad es mucha, pero mis fuerzas materiales limitadas, sobre todo, enfermo como estoi del cuerpo i del espíritu. Si S. E. el Jefe Supremo se hubiese dignado aceptar mi renuncia como lo esperaba, poco me hubiera importado un recargo de trabajo que no hubiérase prolongado por mucho tiempo; pero desde que S. E., denegándome la renuncia i aun la licencia que solicité,
oblígame a continuar en el desempeño de las funciones que aquí ejerzo, es indispensable que se me mande cuanto ántes un ausiliar, salvo que, como lo deseo i espero, se me haya aceptado ya la renuncia, en mérito de mis reiteradas instancias. En la duda, me permito rogar a V, S. i suplicarle lo recabe así del Jefe Supremo, que el tal ausiliar sea mi hijo don José Antonio de Lavalle i Pardo, cuya intelijencia i educación le permiten desempeñar perfectamente el puesto que S. E, le designe, o su hermano, el teniente de artillería don Hernando de Lavalle, si a aquél le fuera imposible separarse de Lima, i si terminada la guerra pudiese éste separarse de las filas. En cualquiera de los dos encontraria un ausiliar intelijente, laborioso, habituado a mi sistema de trabajo i el mas agradable compañero que, como V. S. lo comprenderá fácilmente, me seria posible tener.

No crea V. S, por esto, ni por un momento, que desisto de la renuncia que de este puesto tengo elevada, repetidas veces, ni que ceso de implorar su admisión; .al contrario, insisto en ella, manifestando a la vez a V. S. con toda antelación, qne me es absolutamente imposible pasar otro verano en estos infectos parajes: eso equivaldria a un suicidio, i a nadie puede obligársele su propia destrucción.

Esperando que S. E. el Jefe Supremo i V. S., señor Secretario de Estado, se sirvan acojer con benevolencia lo que en este oficio solicito, repítame de V. 8. mui atento i obsecuente servidor.

J. A. DE LAVALLE.

Al señor Secretario de Estado en el despacho de Relaciones Esteriores i Culto.
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Relaciones Esteriores i Culto.

Lima, Mayo 22 de 1880.—Contéstese que se recabará inmediatamente de S. E. el Jefe Supremo el nombramiento que indica en el caso de no ser aceptada la renuncia tantas veces reiterada por el oficiante.

CALDERON.
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Lima, Junio 9 de 1880.—Acuerdo:—Que se acepte la renuncia del oficiante reservándose el nombramiento de quien deba reemplazarlo lo mismo que el de Secretario.

LARRABURE I UNÁNUE.
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Lima, Junio 16 de 1880.—Acéptase la renuncia que hace el señor José Antonio de Lavalle del cargo de Enviado Estraordinario i Ministro Plenipotenciario de la República en el Imperio del Brasil, dándosele las gracias por los servicios que ha prestado.—Comuniqúese i rejístrese.

CALDERON.

Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia Tomo IV, Imprenta i Lib. Americana de Federico T. Lathrop, Valparaiso, 1887, P. 96.

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