viernes, 21 de febrero de 2020

Protesta de la colonia boliviana residente en Tacna por la ocupacion de Antofagasta

 [El Banco Mercantil y la Peluquería Francesa de C. Butrón, Tacna, Perú, 1880]

PROTESTA DE LA COLONIA BOLIVIANA

Por repetidos partes que se han hecho de Valparaíso, sabemos que el desacordado Gobierno de Chile ha invadido el litoral boliviano, puñal en mano, para apropiarse de sus rentas i de su territorio, tomando por pretesto para tan escandaloso atentado, que Bolivia, en uso lejítimo de su soberanía i de su conservación, habia impuesto la exigua suma de diez centavos sobre la estraccion de cada quintal de sus salitres, que pérfidos mandatarios donaron a un individuo i después a una Compañía anónima que ha reflejado, según sus conveniencias, todos los colores del verdadero Proteo. Ingleses unas veces, i después chilenos para no pagar ningún jénero de contribución en cortesía de un pueblo jeneroso que, ademas de regalarles inmensas riquezas, les ofrecía la seguridad i las garantías que afluyen de la conservación del orden público i la administración de una justicia acrisolada e imparcial, sin denegar por eso a los ciudadanos chilenos cargos honoríficos i honrosos asientos en los Municipios, ¡quién creyera! caminando como el vándalo de las cárceles, ha consumado por fin el crimen mas negro i horripilante de que solo es capaz el salteador de caminos.


Fuera ingrata tarea probar que teniendo Bolivia derecho incuestionable a la propiedad i posesión desde el Paposo hasta el Loa, no solo partió con sus fementidos amigos i hermanos sus tierras i sus productos, sino que fué induljente i magnánima hasta con los turbiones i los vicios inauditos de sus jentes i de sus rotos, peripecias aterradoras de la humanidad. Los abusos, los robos, los asesinatos mas detestables; el virus que, como la carcoma, roe todas las entrañas de la vida, todo supo perdonar i lamentar la hospitalaria índole del boliviano con los yankees de burla que invaden costas desiertas e indefensas, por la sinrazón i la fuerza de los alevosos i los cobardes...

Está en la conciencia del mundo i particularmente de la América, hasta dónde ha ido el Gobierno chileno a buscar la rencilla i el escamoteo. La Santa Sede, la España, la Francia, la Alemania, el Perú, Bolivia, la Arjentina, según la elocuente espresion de sus propios escritores, no han estado jamas libres de sus perfidias i de sus bruscas armandijas, huyendo para su baldón i su ignominia eterna, al primer rujido de los jaguares que duermen erguidos en las dos riberas del Santa Cruz. Buscar con dos mil soldados de primera clase, con naves blindadas i cañones del mayor calibre, 40 milicianos que vijílaban en medio de un pueblo plagado de rotos, la policía local, es una bravura que ha vuelto al tiempo de Don Quijote i de los molinos de viento. ¡Adelante! Robad, talad, incendiad Gobierno Pinto, esa tierra en la que dicen estáis en criminal partija. Llenad vuestro pavor i susto con las peñas i las rocas del litoral boliviano. La historia ha de colocaros en el puesto que habéis buscado con vuestra miseria i ambiciones. ¡Capitán de rotos i bandidos, robad!!!

Pueblos todos de la América: levantad un grito de indignación contra los asaltadores; mirad en cada hecho, en cada eslabón de esa cadena de horror, vuestros atropellos i violencias de mañana. Mirad que el Alto Perú fué el primer pueblo que dio el grito de independencia; que sus ríos, sus montañas i sus aldeas, están bañadas con la sangre de los mártires de la libertad. Mirad que el primer jeneral que el año 22 venció en Pichincha, fué boliviano; que el testamento del gran Bolívar i los tratados de Sucre, os encomendaron la integridad i la independencia de aquel heroico pueblo que en Tumusla dio el último golpe a las ligaduras de la coyunda española.

Bolivianos: la unión es la fuerza. Hagamos conocer al mundo que no hai poder, que no hai estabilidad sin el apoyo de la justicia; que el Gobierno chileno, el Gobierno Pinto, es un Gobierno de iniquidad i de piratas.

Bolivianos: protestemos con la fe del patriotismo contra tan negro atentado; venguemos el ultraje que han pretendido inferirnos los rotos que vienen huyendo de los campos arjentinos; fundamos el bronce, afilemos nuestras lanzas, declaremos guerra eterna, guerra de esterminio a los sicofautas i ladrones de la América.

En tan solemne i decisivo momento, unámonos todos, no pensemos mas que en la salvación de la patria. Concurramos al llamamiento de todos i cada uno, i juremos vencer o morir.

El mundo de Colon nos mira. La civilización i la historia nos ha de tener en cuenta; San Martin ha de trepar otra vez los Andes. Nuestros hermanos i padres de Colombia han de acudir a la lid i al unísono grito de reprobación!!!

Protestamos todos los bolivianos de estas costas ayudar con todo jénero de sacrificios, sin omitir nuestros bienes i nuestra sangre. Si el destino llegan a ser adverso a nuestra santa causa, al menos que conste, que palpite, que pasaron sobre nuestros cadáveres. No hai gloria mayor para el hombre que morir defendiendo la integridad i la autonomía de su patria.

Tacna, Febrero 18 de 1879.—(Siguen las firmas.)

Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia Tomo I, Imprenta del Progreso, Antigua Seccion de Obras i Encuadernacion del Mercurio, Valparaiso, 1884, P. 63.

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