COMANDANCIA DEL BATALLÓN PUNO NÚM. 6.
Señor teniente coronel:
Tengo el honor de poner en su conocimiento, para que llegue al del señor coronel comandante general de la división, lo ocurrido durante el combate que tuvo lugar el 19 del corriente contra las fuerzas chilenas.
A las 5 A. M. del día indicado llegamos a avistarnos con el enemigo y formó la división en columnas cerradas frente al cerro San Francisco, campamento chileno. En este momento se ordenó alistarnos para el ataque, y una vez expeditos, avanzamos en la misma formación unos cien a vanguardia; como a las 6 P. M. ordenó el señor comandante general que el batallón Lima ocupara el flanco izquierdo de nuestra columna, en cuya disposición adelantamos diagonalmente dando frente a las posiciones contrarias, hicimos alto y después de desplegar en batalla ambos cuerpos, se ordenó formáramos en columnas de ata¬que ocupando el centro de una batería de artillería. En este estado permanecimos hasta las 12 M. en que se procedió a dar agua a la tropa.
A las 2 P. M., próximamente, recibimos orden de alistarnos para atacar, y 30 minutos después emprendimos la marcha sobre el flaneo derecho hasta establecernos a retaguardia de los ripios de la oficina Saca si Puedes. Permanecimos una media hora y volvimos a marchar por el mismo costado, flanqueando la derecha del enemigo hasta colocarnos frente a éste en batalla; eran las 3:20 P. M. cuando se hizo el primer disparo de cañón sobre nuestra fuerza, presentándose en este momento una división boliviana por nuestra retaguardia, rompiendo sus fuegos sobre nosotros. Se logró hacerlos cesar, habiéndose presentado el teniente coronel Cornejo a comunicar la orden de que se atacara protegiendo dos guerrillas que faldeaban el cerro, marchamos siempre por el flanco derecho, llevando la 1ª compañía en línea hasta establecernos a vanguardia de un pozo de agua; hicimos alto y la 1ª compañía ocupo su puesto en batalla, permaneciendo en su lugar descanso.
Trascurridos 15 minutos recibimos orden de atacar y tomar las posiciones enemigas por ese flanco, lo que ejecutamos en batalla y con armas a discreción hasta la media falda del cerro, lugar en el cual rompieron los fuegos.
El ataque fue tan impetuoso como lo requerían las circunstancias, y merced a esto logramos avanzar hasta apagar los fuegos del enemigo por esa parte y rechazarlo hasta su segundo atrincheramiento, siendo la ascensión muy dificultosa por la elevación del cerro, su terreno arcilloso y la hora inconveniente por el excesivo calor y polvo; mas como ellos tuvieran en la planicie 6.000 hombres poco más o menos, renovaron su defensa, ocasionándonos gran número de bajas.
El fuego enemigo por una parte, el del ejército boliviano por retaguardia y el de guerrillas de la primera división del Perú, que convergían sobre el sitio que ocupábamos, dio lugar a nuevas bajas y al rechazo que desgraciadamente lamentamos.
Además nos encontrábamos faltos de municiones y sin protección de fuerzas; no obstante, habíamos logrado tomar una pieza de artillería y parte del rancho preparado para ellos, no habiendo podido sacar el cañón porque se hallaba asegurado con cadenas; sin embargo de lo ocurrido, el resto de la fuerza, en número de 80 hombres próximamente, se reconcentró a nuestras antiguas posiciones y nos preparamos para un nuevo ataque.
Antes de terminar, me es altamente satisfactorio recomendar el heroico comportamiento de los señores jefes, oficiales y tropa del batallón.
Por relación separada menciono a los señores jefes y oficiales muertos y heridos en el combate, no pudiendo hacer lo mismo con los individuos de tropa por carecer de datos fidedignos; pero estimo en 150 las bajas.
Dios guarde a V. S.
MANUEL ISAAC CHAMORRO.
Al señor teniente coronel Jefe de Estado Mayor de la División de Vanguardia.
Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación
completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás
publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de
Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia
Tomo II, Imprenta i Lib. Americana de Federico T. Lathrop, Valparaiso,
1885, P. 326.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario