[Oleo de Hilarion Daza]
Arica, Noviembre 9 de 1879.
Señor Director:
Hoy ha sido un gran día para Arica. Desde las 9 A. M. los batallones Victoria y Puno, por otro nombre, Cazadores del Cuzco, Arica y demás existentes en ésta, ocuparon, formados en línea, todo el espacio comprendido entre la estación del ferrocarril y un costado de la aduana, hasta el cuartel de los celadores.Todo el pueblo se puso también en movimiento e invadió la estación y todos los alrededores.
Era que esperábamos la llegada del ejército boliviano.
A las 11, S. E., a caballo, acompañado del contralmirante Montero, del coronel Rodríguez Ramírez y de todo el cuerpo de edecanes y ayudantes, se dirigió, recorriendo la línea, hasta la estación.
El tren no se hizo aguardar.
Vivas atronadores a Bolivia, al Perú y a los generales Daza y Prado se dejaron oír.
Inmediatamente las bandas de nuestros batallones tocaron el himno boliviano. Contestaron las bolivianas con el himno peruano.
El segundo tren llegó en ese momento, y una vez formado los batallones bolivianos venidos en el primer tren y los que llegaron en el segundo, el desfile comenzó.
Iban en primer término los Colorados, magnífico batallón compuesto de hombres todos veteranos escogidos.
Este batallón es el predilecto del general Daza.
Tiene por jefe al general Murguía.
En segundo término iban, precedidos de su banda, los Amarillos.
Y por último los Verdes.
La denominación de “Verdes”, “Amarillos” y “Colorados”, les viene del color del uniforme que llevan.
Estos son los batallones que vinieron al medio día.
El general Daza no vino con ellos sino el general Arguedas, Jefe del Estado Mayor.
El entusiasmo con que fueron recibidos y la alegría que a los bolivianos dominaba fue sin límites.
Hasta el momento en que escribo (8 P. M.), los vivas y hurras no han cesado.
Cuando a las 6 P. M. llegaron en otros dos trenes los demás batallones y el general Daza, ese entusiasmo rayaba en frenesí.
Describirlo, así como todo lo digno de llamar la atención en ese ejército, nombrar los diversos jefes, etc., sería empresa que asustaría a Homero, y necesitaríamos además para ello una paciencia y tiempo de que carecemos.
Cinco de los batallones bolivianos usan uniforme de lana tejido y teñido en Bolivia.
No llevan zapatos sino ojotas, lo cual es mucho más aparente para las largas caminatas, pues que así no se les hinchan los pies y andan más libremente porque están acostumbrados a ellas.
El armamento que usan es Remington.
“Es una tropa de metérsela al diablo”, nos decía uno de nuestros jefes al ver a esos soldados todos de alta estatura, anchas espaldas y magnífica musculatura en general.
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Noviembre 10.
Señor Director:
Este Domingo ha amanecido alegre.
Ya se ve: los entusiastas ataques, pasos dobles, valses, polkas, mazurcas, retazos de ópera, etc., ejecutados por siete bandas de música, además de los toques de más de 50 cornetas, y mucho más al contemplar a 7.000 soldados bolivianos y peruanos, todos jóvenes, robustos, contentos, ágiles, ardiendo en deseos de combatir, rivalizando en valor y fuerzas, serían bastante para disipar todo descontento y las sombras que los pesimistas han visto agrupadas en el horizonte de nuestra patria.
Al medio día S. E. ha visitado al ejército boliviano y le ha dirigido la palabra.
Ha sido muy vivado y aplaudido.
Al hablar a la Legión Boliviana, elogió mucho la conducta de los jóvenes, todos de las primeras familias bolivianas que la componen, les manifestó por qué se quedaba parte de ellos en Tacna y concluyó invitando a comer con él, al coronel del cuerpo y a dos de los jóvenes que éste designara.
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El Manco Cápac, ha sido muy visitado por los jefes y soldados bolivianos.
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El vapor Bolivia, procedente del Sur, ha amanecido en este puerto.
Las noticias que comunica y que ha tomado en Iquique, confirman las ya sabidas.
El capitán de ese vapor nos es hostil.
Tenía orden de pasar bien afuera de Pisagua, bajo pena de multa, y sin embargo no se separa de la costa sino seis millas, de modo que el Cochrane lo detuvo.
Los nuestros en Pozo Almonte.
Chilenos, hasta Agua Santa.
En este punto 50 hombres de Húsares de Junín atacaron a una avanzada chilena y la arrollaron, pero un regimiento enemigo vino en auxilio de los suyos y nos tomaron algunos prisioneros.
P. D. Me olvidaba. El coronel Albarracín con 120 hombres salió el 5, si mal no recuerdo, con dirección a Pisagua.
La gente que lleva es toda avezada y aparente para la clase de guerra que va a emprender.
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Cerca de 2.000 personas se han venido de Iquique en Bolivia.
De Ud., señor Director, atento y S. S.
GUSTAVO.
Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación
completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás
publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de
Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia
Tomo II, Imprenta i Lib. Americana de Federico T. Lathrop, Valparaiso,
1885, P. 231.
Anécdota....
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