viernes, 13 de noviembre de 2020

Orden del día sobre el combate de Pisagua

 
[Ilustración en que se muestra a las tropas bolivianas avanzando con el agua hasta el pecho, para impedir el desembarco de las fuerzas chilenas]

ESTADO MAYOR GENERAL DEL EJÉRCITO ALIADO.
 
Pozo Almonte, Noviembre 10 de 1879.
 
Señor General de División y en Jefe del ejército:
 
Servicio para mañana, la primera división peruana, y hará la gran guardia la división de caballería. Jefe de día, el coronel graduado don Manuel Carrillo y Ariza; jefe de línea, el de igual clase don Augusto Freire; de ronda, los tenientes coroneles don José Mateo Barrantes, don José Luis Torres, don Felipe Santiago Crespo y don Francisco Javier Taboada.
 
ORDEN GENERAL.
 
Art. 1º La defensa de Pisagua, uno de los hechos que en la historia de la guerra actual caracterizan a los beligerantes y exhibiéndolos en sus verdaderas proporciones, así ante el mundo militar como ante la civilización, y su señoría el señor General en Jefe del ejército, ha querido que la palabra oficial dirigida al ejército, no se le haga oír hasta hoy en que puede revelar sin error y sin pasión ese acontecimiento de sangrienta y gloriosa memoria.
 
La primera brigada de la segunda división boliviana, la fuerza de las baterías de costa, la guardia nacional de Pisagua y la guarnición de gendarmes de ese puerto; mil hombres y dos cañones de a cien en batería, por terminar, han luchado durante siete horas contra veinte buques que montan sesenta cañones de los mayores calibres, contra seis mil hombres, contra todas las armas de la guerra moderna y todas las crueldades de la guerra antigua resucitada por la barbarie chilena.
 
Los valientes que allí rechazaron con solo sus bayonetas y sus rifles los proyectiles, las bombas, las camisetas de incendio y todos los elementos con que la falta de valor llamó en su auxilio a la destrucción, tienen merecida la gratitud de las dos naciones cuya soberanía, cuyo honor, cuyo porvenir y cuya fortuna felizmente comunes, han sostenido hasta el más  heroico sacrificio, hasta ofrecer al mundo en su defensa el espectáculo de una lucha desigual y de imperecedero recuerdo.
 
La bandera de Bolivia y del Perú han recibido el humo de las mismas balas, han visto caer sosteniéndolas con igual ardor al ciudadano y a su aliado, y los defensores de Pisagua han puesto sello de heroísmo al pacto feliz de su alianza. En elogio de los señores general don Pedro Villamil, comandante general de la segunda división boliviana, coronel don Exequiel de la  Peña, su jefe de Estado Mayor; coronel don  Juan Granier, primer jefe del batallón Victoria; coronel don Donato Vásquez, primer jefe del batalló Independencia; teniente coronel don Isaac Recabárren, jefe de armas de la plaza; coroneles don Manuel F. Zavala y don Nicanor González de la guardia nacional de Pisagua, y de todos los señores jefes, oficiales e individuos de tropa de esa fuerza, solo debe decirse que los jefes daban ejemplo a sus soldados y que éstos renovaron en aquel día, merced a su indomable valor y personal denuedo, todas las glorias que nos han conquistado el primer puerto militar del Pacífico, y fueron dignos de llevar en sus armas la suerte de dos grandes naciones y la misión de regenerar a la América, reduciendo a Chile a la impotencia que exige la paz del continente.
 
Art. 2º S. S. el señor General de división y en Jefe del ejército, se ha servido destinar al batallón 2º Ayacucho, al teniente graduado, don Carlos Vidal, y al batallón Lima núm. 8, al teniente don F. Somocurcio.
 
BELISARIO SUÁREZ.
 
Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia Tomo II, Imprenta i Lib. Americana de Federico T. Lathrop, Valparaiso, 1885, P. 230.

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