domingo, 11 de octubre de 2020

Parte oficial peruano de Manuel Mac Mahon sobre el Combate Naval de Angamos

 [Retrato de Manuel Mac Mahon]
 
A bordo del vapor Copiapó.—Al ancla, Antofagasta, Octubre 10 de 1879.—Señor teniente 1.° comandante accidental del monitor Huáscar.—Señor comandante: En cumplimiento de mi deber, tengo el honor de poner en conocimiento de usted todo lo ocurrido en el departamento de la máquina durante el combate con los blindados chilenos i la goleta Covadonga el 8 del presente.
 
A las 4 A. M. recibí orden de ir a tomar fuerza con la máquina, porque algunos buques estaban a la vista; aumenté el andar a 60 revoluciones, teniendo 25 a 26 libras de vapor.
 
A las 5.40 A. M. recibí orden del señor contra-almirante Grau para disminuir el andar. Desde esta hora hasta cerca de las 8.30 A. M. la máquina iba de 25 a 24 revoluciones por minuto.
 
El blindado Cochrane i dos buques mas se avistaron por el Norte cerca de la 7.30, pero a distancia que solo se veian los humos i no mui claros; por eso el señor contraalmirante-Grau, creyendo sin duda parar claros sin aumentar el andar, no me dio orden para ello.
 
A las 8.30 A. M. me llamó el señor contra-almirante i me ordenó que fueran tres a cuatro revoluciones mas; después de dar las órdenes necesarias subí a la cubierta para ver la posición de los buques enemigos, i vi, en efecto, que el blindado Cochrane nos ganaba acercándose notablemente; volví a la máquina i di orden para hacer todo el vapor posible, teniendo ya bien seguras todas las válvulas de  seguridad para dar la mayor presión, i entonces tuvimosde 25 a 30 libras de vapor, lo que con 26 a 27 pulgadas de vacío daba a la máquina de 60 a 63 revoluciones. Si el buque hubiera estado con sus fondos limpios habría andado doce o mas millas en lugar de once, que, en mi concepto, es lo mas que ha andado el buque.
 
La primera bomba que tuvo efecto en el departamento de la máquina fué por el costado de babor, en mi camarote, rompiendo la lumbre i echándola encima de los caballos, asi como también una porcion de tornillos i pernos del blindaje, produciendo un incendio en dicho lugar. La segundase llevó el cubichete de la máquina, arrojando encima de los caballos una lluvia de trozos de madera. La tercera vino de popa por la cámara de los oficiales, trayendo una gran cantidad de astillas i mamparos rotos a la máquina. La cuarta vino por el costado de estribor al centro del departamento, reventando dentro, rompiendo los camarotes de dicho lado i destruyendo todo el departamento; esta bomba dejó a algunos muertos e hirió a otros, entre los que se encontraban el doctor Távara i el señor John Griffche, capitán de la presa Coquimbo. En este momento la máquina estaba completamente cubierta de trozos de madera, fierro i camas. Gracias a la Providencia no hubo ninguna avería en la máquina; durante este tiempo todo el departamento estaba lleno de humo, procedente del incendio ocasionado por las bombas. En la sala de fuegos no hubo material avería, pero el número de bombas que habían reventado en el interior de la chimenea estaba llena de humo i de hollín, haciendo imposible ver los indicadores de vapor i de agua de las calderas. Como las cámaras estaban demolidas, fué necesario mandar abajo a los heridos; la mayor parte de ellos fueron puestos en las carboneras de proa.
 
El capitán de fragata señor Carvajal fué conducido con dos o tres mas al pañol de la máquina. En este estado i viendo los oficiales que era imposible la salvación del buque, recibí orden personal i privada del alférez de fragata don Ricardo Herrera, para abrir las válvulas i echar el buque a pique, cuya orden la ejecuté en el acto, con toda la actividad i deseos posibles, sacando todos los heridos de abajo. Después de esto tuve que parar la máquina para sacar las puertas de los condensadores; pero no tuve tiempo suficiente para concluir de sacarlas, pues fuimos abordados i tomados prisioneros; en este momento el buque tenia tres o cuatro pies de agua en la sentina superior: en pocos momentos mas iba a comenzar a entrar el agua por los agujeros de las bombas enemigas, i el buque se hubiera ido violentamente a pique. Yo i el segundo injeniero fuimos amenazados con revólver al pecho, diciéndonos que moviésemos la máquina i sacásemos el agua; nosotros rehusamos el hacerlo por ser prisioneros de guerra; pero nos dijeron que los injenieros del Rimac habían sido forzados a entregar la máquina bien, i que nosotros teníamos que hacerlo so pena de morir.
 
No concluiré sin manifestarle que he tenido gran placer al ver el entusiasmo, valor i disciplina de mi jente: todos han cumplido con su deber hasta el intimo momento, particularmente el segundo injeniero señor Thomas Hughes, a quien habia encargado del cuidado de todos los maquinistas i de la jente de la parte de abajo, i no subió hasta que vio que el agua estaba cerca de las hornillas.
 
Es cuanto en verdad i justicia puedo decir, para los fines consiguientes.—Dios guarde a usted.—SAMUEL MAC MAHON, primer injeniero.
 
Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia Tomo I, Imprenta del Progreso, Antigua Seccion de Obras i Encuadernacion del Mercurio, Valparaiso, 1884, P. 497.

2 comentarios:

  1. ¿¿el primer ingeniero Samuel MacMahon y el segundo ingeniero Thomas Hughes eran "mercenarios" norteamericanos o ingleses??

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  2. El Ingeniero de Primera Clase Juan de la Cruz Vial Alvarez (1846-1911) a cargo de las maquinas del Blindado Blanco fue unos de los marinos chilenos que abordaron al Huascar en Punta de Angamos y cerraron las valvulas para que el monitor no se fuera a pique . Aparece este acto en sus fojas de servicio. Juan de la Cruz fue Bisabuelo de mi esposa Patricia.

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