sábado, 4 de abril de 2020

Nacimiento de Arturo Prat. (Honores que se le tributarán en Itata.)

 [Oleo de Arturo Prat en su niñez]

Las siguientes cartas han sido cambiadas con motivo del nacimiento del héroe de Iquique en el departamento de Itata:

Señor don Benjamín Vicuña Mackenna.—Santiago.—

Estimado señor i amigo: Me permito en la presento adjuntara Vd. los verdaderos datos para la biografía de Prat, en lo relativo a su nacimiento i demás pormenores que lo ilustran.

Arturo Prat no nació en el barrio de la Providencia de Santiago, como afirma don J , B. Suarez i otros: no nació tampoco en Bella Vista de Concepción, como asevera E. de la Barra en el BOLETÍN DE LA GUERRA DEL PACÍFICO. Nuestro héroe inmortal es hijo del departamento de Itata, porque vio la luz en la hacienda de San Agustín, parroquia de Ninhue, donde vivieron algunos años sus padres i demás antepasados.


Reclamamos, pues, la alta honra de tener a nuestro departamento por cuna gloriosa del jigante de la marina del siglo, i por ser nosotros, los itatinos, hermanos lejítimos del que en unas cuantas horas cubrió de tan luminosa aureola la frente de Chile con su heroica muerte i titánica epopeya.

Si siete ciudades se disputaron el ínclito honor de ser cuna del gran poeta clásico Homero, i otras siete quisieron ser madres del coloso escritor Cervantes, i lo mismo sucedió con el descubridor de América, nuestro hijo amado Arturo Prat nos pertenece de hecho, aunque pretendan haber sido testigos de su nacimiento en Santiago i Concepción.

En todo nuestro departamento, en Cauquenes, Ninhue, Quirihue i Tomé, hai amigos actualmente de la familia Chacón i Prat, i hai quienes se acuerdan haber conocido en pañales al niño Agustín Arturo. ¿Cómo se pretende arrebatarnos esta gloria que nos pertenece? ¿I cómo se atreverían a desoír la verdad, que es un punto importantísimo para la historia del héroe?...

El que suscribe, en unión del notario público i del juez de letras de este departamento, fuimos comisionados por la gobernación para colectar fondos con el objeto de contribuir al monumento Prat i a la renovación de su gloriosa Esmeralda. En nuestras dilijencias por erogaciones, fuimos hallando la hermosa hebra que debia conducimos al esclarecimiento de nuestra simpática figura histórica, i a descubrir el dédalo de su nacimiento. Hemos enviado propios ala parroquia de Ninhue i comisionados honorables para rejistrar el archivo; i después de tantos afanes i de preocuparnos tanto, ¡oh felicidad! hemos encontrado la anhelada fé de bautismo que nos regala un don celestial de gloria, la inefable dicha de ser nuestro suelo el primer albergue del gran marino de 1879.

¡Arturo Prat nació el 4 de Abril de 1848 en San Agustín de la parroquia de Ninhue. Sí, señor, es hijo de Itata!

Ya no resisto mas al objeto que me he propuesto: ahí va a continuación el documento autorizado que apoya mis asertos: es copia orijinal del rejistro eclesiástico que existe en poder del notario, mi cuñado, i autorizando la veracidad de la copia con su propia firma.

Helo aquí:

«Ninhue, 11 de Junio de 1879.—El cura vicario de la parroquia de Ninhue, departamento de Itata, provincia del Maule, certifica: que a fojas tres del libro en que se asientan las partidas de bautismo, que principia el año de mil chocientos cuarenta i nueve, se halla la siguiente:

«En esta Iglesia, Parroquial de Nuestra Señora, del Rosario de San Antonio de Ninhue, a dos dias del mes de Marzo de mil ochocientos cuarenta i nueve, puse óleo i crisma, i bauticé solemnemente a Agustín Arturo, de once meses menos dos dias, hijo lejítimo de don Agustín Prat i de doña Maria del Rosario Chacón, naturales de la hacienda de San Agustín de Puñual de este curato. Fueron padrinos don Andrés Chacón i doña Josefa Chacón; de todo lo cual doi fe.—J. BARTOLOMÉ VENEGAS.»

«Es copia fiel del libro i foja a que me refiero.—JOSÉ IGNACIO LAFUENTE, cura vicario.»

«Quirihue, Junio 15 de 1879.

Certifico que el presbítero don José Ignacio Lafuente, que suscribe la copia precedente, es el cura de la parroquia de Ninhue en el departamento de Itata.—JOSÉ IGNACIO LEÓN, notario público.»

Ahora bien, señor Vicuña Mackenna, Arturo Prat, nacido en este departamento el 4 de Abril de 1848, murió valiente i denodadamente el 21 de Mayo de 1879, a los 31 años un mes i 17 dias de edad, como se ve por la fe de bautismo que precede.

No hai en ello interés particular de ninguna especie sino el esclarecimiento histórico que conviene a personajes tan culminantes. Tampoco hablan aquí pasiones por la gloria, puesto que la verdad de los documentos públicos, escritos imparcialmente en una época remota, es veraz e incontrovertible.
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No concluiré sin anotar un incidente que también ha llegado a ser histórico, aunque antes no tenia el ínteres que ahora ha adquirido: es el dicho célebre de la matrona que recibió, al nacer, a este niño adorable, infante inocente que había de hacer la mayor gloria de la patria.

—Este niño nació mudo, dice ella, parece que no conocía las lágrimas porque talvez los valientes no lloran ni cuando acaban de nacer.

Sabido es que todos los médicos-comadrones recomiendan dar palmaditas a los recien nacidos que no gritan, (siendo ese llanto el único ejercicio jimnástico que impulsa la circulación, dando movimiento al tórax i promoviendo las importantes funciones de la respiración); pues eso mismo hizo la dicha matrona hasta conseguir su objeto. Interrogada por la madre sobre ese aparente absurdo, esclamó con tono profético:

— De esta manera, espero que sea sufrido i se haga un valiente.

Esta pitonisa aficionada se llamaba Juana Daza: calcule Vd. esta otra coincidencia en la presente guerra que hizo inmortal i valiente a nuestro compatriota Arturo. Ella existe todavía.

El delirio de este pueblo es, en estos momentos, elevar a nuestro Arturo una estatua en la plaza pública con las inscripciones del caso sobre su nacimiento i su mil veces honrosa muerte comandando la Esmeralda. En estos dias no se ven por las calles mas que suplementos con la fe de bautismo de Prat, corrillos de entusiastas, pidiendo el monumento para Itata, partes telegráficos preguntando la noticia o remitiendo este importante dato, i suscriciones para esta gloria que nos pertenece.

De estos últimos, mas de mil pesos se han reunido para remitirle al Gobierno a beneficio de la guerra, i hasta hoi unos ciento cincuenta pesos para el monumento Prat i su Esmeralda; pero advierto a usted que esta última cuota tendremos que reservarla para erijir en nuestra plaza un monumento, una pirámide conmemorativa siquiera.

Puede que desde Santiago nos manden un bronce de los que piensan distribuir en los diversos lugares públicos, o a lo menos, un busto bien trabajado. Quedaríamos orgullosos de tan valioso obsequio.

Desde luego, la Municipalidad de Itata va a dar el nombre de Arturo Prat a la calle que conduce al camino que lleva a la hacienda de San Agustín, lugar donde vio la luz este grande hombre.

Por ahora, no podemos hacer mas por este mimado de Chile i del estranjero; pues que nuestras campanas, nuestras banderas i nuestra población, i todo lo de estos mundos, es demasiado pequeño para solemnizar el sueño dorado de los hijos chilenos que saben admirar i que saben sentir el santo amor patrio.

Su afectísimo servidor i amigo.

ERNESTO TURENNE.

Quirihue, Junio 17 de 1879.
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CONTESTACIÓN.SEÑOR ERNESTO TCRVNNE.

Santiago, Junio 23 de 1879.

Mi estimado amigo:

Me ha sido particularmente grato leer su patriótica carta, en que usted, a nombre del pueblo itateño, tributa un verdadero i merecido culto de entusiasmo al inmortal ARTURO PRAT, hijo de Itata.

I mi satisfacción no nace solo de la justa admiración que veo manifestar a sus compatriotas por el ilustre marino, sino del propósito de honrar su memoria con un monumento, por pequeño que sea, erijido en la plaza pública de la capital del departamento en que él viera la luz.

Esa clase de manifestaciones hacen falta en Chile, donde es costumbre que todo lo absorban las grandes ciudades. I de aquí viene que los pueblos de provincia carecen casi por completo de esos estímulos permanentes que incitan constantemente a la gloria i hacen reverenciar sus ejemplos, efectos que causan en todas partes las estatuas de los grandes hombres; al paso que las localidades se privan del poderoso atractivo que tales monumentos ofrecen al viajero.

Cuantas pequeñas ciudades i aun aldeas conozco yo en Europa que no tienen mas embellecimiento que un trozo de bronce o de mármol, pero que, por lo mismo, son visitadas por todos los que aman la virtud o la gloria, i que de otra manera habrían hecho de largo su camino. Así, he visto la estatua del Klever en Estrasburgo, donde fué sirviente en un restaurant, la de Montesquieu en Burdeos, la del poeta i peluquero provenzal Jasmin en Agen, la del tejedor de seda Jacquard en Lyon, la de Hoebe en Versailles, la de Armand Carrel en San Mandé i la del gran soldado cuyo nombre Vd. lleva «el gran Turena», en su ciudad natal de Sedan, asi como se custodia en el Museo de los Inválidos de Paris, bajo un fanal, la bala de cañón que lo mató en Salszbach.

No voi yo tan lejos que creyera lícito decir, por ejemplo, que la estatua de don Bernardo O'Higgins debiera existir en Chillan Viejo, ni la de Camilo Henriquez en Valdivia, ni la del mismo Arturo Prat en Quirihue. Pero los hijos de esas localidades harían un acto de justicia, de reparación i hasta de buen negocio, erijiendo a cada una de sus grandes memorias una pirámide, una columna, un pequeño obelisco, un busto de bronce si mas no fuera. Asi se retempla i se engrandece el espíritu local en una esfera que no es lugareña sino universal, i asi los niños, desde la mas tierna edad, comienzan a formar concepto de que ni los negocios, ni el dinero, ni la holganza, ni el fastuoso egoísmo son todo lo que hai que ambicionar en el tránsito corto de la vida.

Me asocio por tanto a la digna actitud del pueblo itateño manifestado por Vd. en la carta que contesto, i si, gracias a esos nobles sentimientos puestos en acción, lograsen reunir Vds. una pequeña suma (dos mil pesos, por ejemplo,) seria suficiente para levantar en la plaza de Quirihue un monumento digno de sus habitantes i del héroe. Con su aviso, yo cuidaría remitirles un diseño, i aprovechándo los duplicados i los bajos relieves que habrá de hacerse i que costarán muí poco, así como el molde del busto que trabaja el escultor Plaza, yo creo que se podrá hacer algo bonito i basta hermoso. La piedra para las gradas, pedestal i columna deben ser precisamente del granito o traquita del Cuiquen; i si fuere posible de la misma hacienda de San Agustín del Puñual, situada a su pié.

De todas suertes, si Vds. se resuelven, cuenten siempre con la buena voluntad de este viejo amigo que ha vivido ya cerca de medio siglo erijiendo memorias a todas las glorias de Chile.

I espero todavía que la de ARTURO PRAT no ha de ser la última.

Le saluda entre tanto su afectísimo amigo.

B. VICUÑA MACKENNA.

Fuente: Ahumada Moreno, Pascual, Guerra del Pacífico: recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia Tomo I, Imprenta del Progreso, Antigua Seccion de Obras i Encuadernacion del Mercurio, Valparaiso, 1884, P. 349.

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