Duelo a Muerte entre dos soldados por el amor de una Limeña

 [Duelo a muerte entre dos rotos a cuchillo]

 

Cuenta la leyenda que este hecho sucedió entre dos soldados de la fuerza de ocupación de dicha capital peruana.

 

Uno del Batallón Concepcion, otro del Zapadores, el del Conce apellidado Rodriguez, el otro no recuerdo el nombre. 

 

Estos soldados se habian enamorado de una agraciada Limeñita, y esta dama coqueteaba con ambos. Esto llevó a los soldados a tenerse un gran odio; donde se encontraban se trenzaban a golpes, y al ser sorprendidos al calabozo iban a parar este parcito de galanes. Pero esto no era impedimento para que volvieran a darse de puñetazos, y de nuevo al calabozo previo sus buenos varillazos a nalga descubierta.

 

Sus oficiales aburridos con estos dos soldados ya no hallaban que hacer, su Capitán jefe de compañía recurre entonces al Coronel Gorostiaga a informarle de esta situación. 

 

Este coronel le dice que le relate los hechos, el Capitán le dice que no hay manera de hacerlos entender, se les han aplicado todos los castigos correspondientes, pero ellos continúan con sus disputas a golpes; incluso le han quitado sus fusiles para que no cometan algún hecho mayor.

El coronel Gorostiaga le pregunta: "Capitán  y que tal es esa Cholita?, describamela!".

 

El Capitan le dice: "Es una Cholita de anchas caderas, labios carnosos, piel canela, ojos negros de buen lenguaje y de buenas maneras".

 

"Ahhh", exclama el coronel. "Con razón estos soldados pelean por ella. Mire Capitan, si ese parcito de lachos quieren batirse a duelo por esa Cholita, pues que lo hagan, pero despojelos de sus uniformes y que lo hagan de paisa". 

 

"A su orden mi coronel, asi lo ordenare!".

 

El Capitan se dirigio al campamento en las afueras de Lima y les dio la noticia que le habia dado su coronel, estos se pusieron contentos y euforicos. 

 

El de Conce saco un gran puñal, el del Zapadores saco un gran corvo que le habia regalado hace un tiempo un soldado del Atacama. 

 

La pelea fue sangrienta, no hubo respiro, cortes iban y venian. La tropa avivaba a los suyos, hasta que el desenlace fue fatal para ambos. El corvo hizo mella en la garganta de uno, el puñal atraveso el corazon del oponente; ambos murieron como "guapos". 

 

De la Cholita brotaron lagrimas por ambos amores, pero al cabo de un tiempo, se le ve coqueteando con un huaso del Talca y pah' variar, con otro del Concepcion.